Parece que éste es el año del Hombre de Pelo de Chinchilla. Porque había dos opciones después de su respuesta hipercanchera sobre la actuación de Riquelme post Inglaterra ("A mí Román me gusta ¿a vos no?"). Una: sostenerlo a rajatabla ya que, por su verborragia, iba a tener que -como dice el Indio Solari- sostener con el culo lo que se dice con la boca. Dos: hechar a patadas a Riquelme ya que, era probable, los vaivenes anímicos de Román lo hubieran podido llevar a la quiebra. Pero nada de esto pasó. Como lo dijo mediante señas el adjunto de Troglio en el polémico partido contra Gimnasia, Basile tiene un culo bárbaro. Y Riquelme se bajó solo porque se lo pidió su mamá. Este descenlace que aplauden los antiriquelmistas y desaprueban los riquelmistas, deja alguna matas de pasto para analizar:
1- La mama de Riquelme también es lenta: tardó todo un Mundial y monedas en decidirse a decirle al hijo pródigo que se las tome.
2- ¿Por qué se critica la lentitud de Riquelme? Salvo en casos exasperantes -como cuando uno es rehén de empleados públicos- la lentitud no me parece un valor negativo. Hay muchos jugadores que son lentos y sin embargo lastiman y mucho a la hora de atacar. ¿Un equipo rápido es el que gana? Messi, ¿no necesitaría un toque de lentitud? Cuando agarra la pelota parece que quisiera hacer los tres goles juntos de Maradona (el que le hizo a Italia, a Bélgica y a Inglaterra). También a Riquelme se lo acusa de ser previsible, al menos eso le cuestionaba Bielsa cuando le tocó seleccionarlo. ¿Garrincha no era previsible? ¡Hacía siempre la misma jugada! Pero no lo podían parar.
3- El problema de Riquelme -ya se explicó esto en otro post muy antiguo de este blog, previo al mundial- está en lo que llamaría Patricio Rey "un secuestro del estado de ánimo". Riquelme vive y juega en una mónada. Y podría formar parte de las marchas del otro Ingeniero, (no el que lo dirige en el Villareal) pidiendo por seguridad ¿Contra qué quiere seguridad? ¿A qué le teme Riquelme? A que las cosas pasen de castaño oscuro: que el pasto no esté cortado de acuerdo a su agrado, que tenga un rival de envergadura sentado en el banco (Messi), que los once jugadores no sean sus íntimos amigos (uno de sus graves problemas es que los amigos de la infancia no fueron seleccionados por Pekerman porque, entre otras cosas, algunos no juegan al fútbol), que las condiciones atmosféricas sean las ideales para su personaliadad, etc, etc.
4- Dadas estas cosas: la solución filial parece el broche de oro para una carrera signada por los golpes anímicos. Para que Román la rompa se tienen que dar demasiadas cosas y esto, como el cometa Haley, pasa cada muchos años. Lo que no quita que uno reconozca el talento de Riquelme: tiene pegada, tiene huevos, hace jugar a los demás, pero eso sí: sólo cuando puede. Hay un viejo adagio oriental que le podría servir a Román, que podría estar en la pieza de su concentración: "Si te encontrás a Buda, matá a Buda, si te encontrás con un discípulo de Buda, matá al discípulo de Buda, si te encontrás con tu padre, matá a tu padre, si te encontrás con tu madre, matá a tu madre; solo así te liberarás de los apegos. Y serás libre".
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