viernes, junio 08, 2007

Beavis & Borges, by Fabián Casas

La publicación del libraco inmenso de Bioy Casares con chismes y anécdotas sobre Jorge Luis Borges me hizo acordar una charla que tuve con un personaje singular que visitaba el bar nocturno de mi amigo Norman.

El tipo tenía unos sesenta años y le gustaba llegar -en invierno o en verano- vistiendo sus camisas hawaianas fosforescentes, con su pelo brilloso, peinado a la gomina para atrás. También usaba la infaltable cadenita de oro sobre el pecho peludo, al aire. Una de sus frases célebres (que solía repetir mientras bailaba con varias señoritas a la vez) era: "Los negocios están en el aire, como la electricidad". Por lo cual varios amigos lo llamaban "Electricidad".

Yo, en cambio, le decía, Tito Lectura. Porque el tipo era un fanático de la alta literatura: había leído Los Soria completo, "dos veces", decía, y remarcaba con sus deditos mientras con la otra mano tomaba un trago; "el Ulises, lectura de retrete", decía besando a una de sus chicas preferidas, hablando con el tono de las traducciones españolas; "2666, de Bolaño, la leí en dos días"; "y también a obra completa de Vladimir Nabokov, un escritor con smowing", repetía.

Lo cierto es que el tipo trabajaba como productor de televisión, haciendo programas- basura, usando, según sus palabras, "a la gente que tengo de planta en el canal de un lado para otro".

Una noche, mientras estábamos sentados a la barra, con el local todavía vacío y respirando ese olor fresco y sabroso que después va a mutar con el calor, los cigarrilos y el sudor de machos y hembras buscándose y alejándose, como en un scrum paranoico, a esa hora precisa, me contó, mientras se frotaba las manos como una mosca, que él había sido novio de una señora ya muerta que había sido amiga o amante de Adolfo Bioy Casares.

"La primer novela de Bioy que tuvo éxito fue La Invención de Morel -me dijo Tito-. Pero no la escribió él, la escribió Borges". Me largó estas dos frases mirándome fijo a los ojos, mientras se empinaba un vaso de whisky.

Como si no lo hubiera escuchado bien, yo le dije que el prólogo era de Borges pero que... "Ya sé, ya sé quién escribió el prólogo. Fue Borges, pero la novela también la escribió él", remató, molesto.

Después me dijo que Bioy había publicado seis novelas anteriores a "La Invención de Morel", que estas novelas eran muy malas y que la prueba estaba en que nunca las habían reeditado a pesar de éxito posterior del escritor. Bioy, según le contó la mujer a Tito, estaba al borde de una gran depresión hasta que Borges le dijo que él tenía una idea para una novela pero que no la pensaba escribir porque si lo ahcía, la madre lo mataba. ¿Por qué la madre de Borges se podía enojar? Porque consideraba a la novela como una forma literaria bastarda, berreta, indigna de ser escrita por un Borges.

De manera tal que los dos amigos se juntaron en la casa de Bioy y Borges le fue dictando la novela. El procedimiento fue el mismo que utilizaba Borges para sus relatos y ensayos: primero, el esquema, costumbre que le quedaba de los juegos presocráticos que jugaba con su padre, después el "relleno" y los adjetivos cosméticos y certeros, las frases que a veces les acercaba su madre o sus amigos más íntimos, como Macedonio.

La novela, le dijo la mujer a Tito, fue terminada en dos meses. Y cuando se publicó se convirtió en un suceso de estima, "como dicen los franceses", me dijo Tito frunciendo la boca. El éxito de "La Invención de Morel" le dio prestigio a Bioy y le sirvió para ganar confianza para a escribir sus libros posteriores. "Pero por la cadencia de las frases, por los adjetivos, por el juego mental, es imposible no darse cuenta que la inteligencia y la pluma de Borges estaba detrás de esa novela", me repetía Tito Lectura, Electricidad, etc.


POST DATA
ESTE SÁBADO EN MAL ELEMENTO, LO DE SIEMPRE: INTERRUPCIONES CONSTANTES, BALBUCEOS, OPINIONES INFUNDADAS Y LA PRESENTACION DEL NUEVO DISCO DE SIR PAUL MCCARTNEY!!! NO SE LO PIERDAN!!! VA A ESTAR BUENO MAL ELEMENTO.

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