Art�culo de Hern�n sobre "Out of season" de Beth Gibbons



Una inglesa rom�ntica

Hace cinco a�os, cuando Portishead lanz� su segundo y, hasta el momento, �ltimo disco de estudio (se dice que hay uno en camino, llamado Alien, que ser� editado a comienzos del a�o que viene) el trip hop dejaba de ser un sonido renovador para convertirse en m�sica funcional, la banda sonora ideal para el lobby de un design hotel. Este �lbum clausur� la etapa inicial, glamorosa y pol�ticamente correcta del g�nero. Lo que sigui� fue la segunda ola, la apropiaci�n "vulgar", lo que un personaje de Alta Fidelidad o cualquiera que se jacte de la sofisticaci�n de su discoteca, inmediatamente desestimar�a por pass�. Para 1997, la escena electr�nica inglesa se hab�a vuelto una legi�n de d�os de chica con voz susurrante y DJ capaz de programar beats empantanados con una mano, mientras que samplea viejos discos de Lalo Schiffrin o Quincy Jones con la otra. El trip hop suntuoso, nocturno y cool, tal como lo patent� Portishead, era ya una franquicia (compradores: Olive, Alpha, Morcheeba, Moloko, Sneaker Pimps, Lamb, Ruby, One Dove, Smith & Mighty, Smoke City, Soulstice, entre otros).
Durante estos a�os de silencio del grupo, Beth Gibbons, la cantante o, m�s precisamente, LA cantante, no parece haber pasado sus tardes escuchando bandas sonoras de pel�culas de esp�as y hip hop instrumental. Afortunadamente Out of Season, su disco solista, editado hace exactamente dos semanas en Inglaterra, y grabado junto Rustin Man (hombre oxidado), alter ego chistoso de Paul Webb, el bajista de los maravillosos y olvidados Talk Talk, remite a una tradici�n musical completamente diferente.
Mucho antes de volverse una estrella reacia a las entrevistas y reclusa en una granja de Essex, Beth se hab�a mudado a Bristol para ser cantante. En el circuito de bares de la ciudad, su voz todopoderosa insuflaba vida a viejas canciones del folk ingl�s y el blues americano. Esa es la escuela en la que se anota su disco que, como indica el t�tulo, poco tiene que ver con modas. Este �lbum "fuera de temporada" no es tanto un desv�o en su carrera de primera chanteusse del trip hop como un regreso a las fuentes. Si se hace un trabajo detectivesco y, tras una escucha de Out of Season, se intenta dilucidar qu� discos pasaron �ltimamente por el rayo l�ser de su compactera ser� imposible no advertir huellas de Nick Drake, Billie Holiday, Nina Simone, David Axelrod y Joni Mitchell. Elemental.
Todo el disco, y especialmente el primer track, el gospel "Mysteries", tiene un tono devocional, sacro, acaso un poco solemne, porque Beth canta sobre el amor, la desolaci�n y el olvido sin iron�a, sin distancia, con sentimiento, como corresponde a una baladista rom�ntica. Cantautora y de torch singer a la vez, la Gibbons se toma en serio su trabajo. El cinismo est� bien para los Pet Shop Boys. Estas canciones necesitan alguien que crea y haga creer cada palabra. Beth sabe como hacerlo: con tracci�n a sangre. Su voz envuelve la melod�a, la arrastra, la posee como un demonio, y no la suelta: su voz es la canci�n. Casi siempre, las instrumentaciones son m�nimas: un piano, una guitarra, un �rgano. Por momentos aparecen orquestaciones a todo trapo, pero la mayor parte del tiempo, se tiende a menos, hacia el silencio.
Llamar a este trabajo un disco solista es disminuir criminalmente el lugar del "hombre oxidado". Paul Webb y Beth se conocieron en tiempos anteriores a Portishead, cuando ella se present� a una audici�n �fue rechazada- para cantar en O�rang, el grupo de Webb posterior a Talk Talk. Dada la direcci�n que tom� la carrera de Talk Talk, sobre todo en sus brillantes dos �ltimos discos, Spirit of Eden y Laughing Stock ��lbumes completamente alejados de la m�sica pop, que construyen finas paredes de sonido con texturas al borde de lo audible, que dan la bienvenida a la experimentaci�n, a la desarticulaci�n del idioma de la canci�n y, al mismo tiempo, resultan irresistibles-, y dada tambi�n la carrera posterior de Webb en O�rang, d�o de improvisaci�n electr�nica formado junto al baterista Lee Harris, tambi�n ex Talk Talk y bater�a en este disco, est� claro que es el bajista quien se�ala el norte musical, quien dosifica las sutilezas, quien puede obtener un impacto emocional m�ximo a trav�s de una instrumentaci�n microsc�pica. "Los arreglos b�sicos de las canciones podr�an haber sido tocados en 1940 y sonar m�s o menos igual", dice el bajista en el sitio de Beth Gibbons (www.bethgibbons.com). Efectivamente, este es un disco cocido a mano. No hay beats, ni electr�nica. Todo est� alumbrado con velas. Como la tapa, la m�sica irradia un ocre oto�al. "A diferencia del trabajo con O� Rang, que siempre consisti� en construir los tracks alrededor de improvisaciones de bater�a, en este disco dejamos que fuera la voz de Beth la que construyera la canci�n y su atm�sfera".
Si hubiera que definir el humor, el clima que domina el disco no hay muchas alternativas. Como los discos de Portishead, �ste es un viaje por tierras bald�as, desoladas. "Cuando uno reacciona contra las cosas que lo rodean, el sentimiento de desolaci�n puede ser muy reconfortante", dice Beth en su site. Es sabido que la cantante lleva su necesidad de soledad al borde de la fobia: se resiste a dar entrevistas y, seg�n se dice, se neg� rotundamente a salir de su casa para grabar el segundo disco de Portishead. Hac�a que le enviaran los tracks instrumentales compuestos por Geoff Barrow �la otra mitad del grupo- a su estudio casero, donde grababa sus partes vocales. Luego enviaba por e-mail el resultado. La densidad emocional de sus discos es una consecuencia directa: cuando Beth canta sobre el desamparo no est� interpretando sino exhibi�ndose.
Out of season abunda en referencias a otros c�lebres depresivos. "Drake" es un homenaje al autor de Five leaves left, mientras que en "Show" su estilo vocal recuerda al de Chet Baker. En "Romance", el track m�s cercano a Portishead del disco, la Gibbons imita sin medias tintas a Billie Holiday, mientras que el corte "Tom The Model" parece citar el "Do what you gotta do" de Nina Simone. El sistema de referencias es imbatible. Y a�n as�, el disco tiene su car�cter, moldeado sobre la voz extraordinaria de la cantante, que fija el estado de �nimo para un eterno tres de la ma�ana. C�mprenlo, r�benlo, b�jenlo de internet (est� en Soulseek, www.slsk.org), pero esc�chenlo, este disco "fuera de temporada" lleg� justo a tiempo.