Lingenti dice:
Comentario del disco "Para los �rboles", de Spinetta, aparecido en la revista Los Inrockuptibles de julio


�Es Luis Alberto Spinetta un cl�sico? Si nos atenemos puntillosamente a la definici�n del diccionario de la Real Academia Espa�ola, podr�amos aventurar que no. �Se llama as� a los que se adaptan a las normas consideradas como f�rmula de perfecci�n�, dice una de las acepciones. �Por oposici�n a �rom�ntico�, se aplica a cualquier creaci�n del esp�ritu humano en que la raz�n y el equilibrio predominan sobre la pasi�n o la exaltaci�n�, reza otra. Si hay algo que caracteriza a la obra de Spinetta es su imperfecci�n, su violaci�n de las normas vigentes, sus desajustes, su derrotero imprevisible y, �ltimamente, tambi�n su falta de equilibrio (no hace falta m�s que recordar la etapa �garage� que culmin� con �San Crist�foro� para corroborarlo). Spinetta toc� en el Col�n, pero, est� claro, se resiste a ser un cl�sico. Admitir la entrada a esa categor�a supondr�a de su parte aceptar la fosilizaci�n, algo que seguramente le parece lejano e indeseable. Ajeno a las modas y al mismo tiempo reticente a vivir de �pelar la chapa�, se ha transformado en un artista dif�cil de encasillar, todo un logro de su parte.
�Para los �rboles� confirma este estado de cosas. Se trata de un �lbum complejo y fascinante (all� est�n �A su amor all�, �El lenguaje del cielo� y la tan austera como conmovedora �Tu cuerpo mediod�a� para ratificarlo), que exige, igual que los buenos vinos, una degustaci�n paciente. Como en algunos otros trabajos de Spinetta (el magn�fico �Priv�, por ejemplo), la instrumentaci�n org�nica, arma predilecta en las �pocas de power tr�o, cede lugar a sonidos procesados. Las guitarras synth, las bases programadas y los teclados de Claudio Cardone (el Mono Fontana, un viejo amigo de la casa, tambi�n hace su aporte en �Cisne� y �Ci�naga dorada�) dominan el paisaje, aportando calor a una l�rica inspirada y menos atada a los sinsabores amorosos y las preocupaciones ecol�gicas que hab�an dominado la producci�n del Flaco �ltimamente.
El resultado es encomiable: aunque Spinetta es innegablemente un artista de rock, este disco se aleja prudentemente del g�nero, al menos de todo lo que hoy se produce dentro de su marco en la Argentina (el distorsionado blues �Miro tu amor� es apenas una personal aproximaci�n a ese universo). Igual que �Los ojos� y �Silver sorgo�, dos discos recibidos con injusta frialdad, �Para los �rboles� se corta solo, sin atender reclamos coyunturales, y se perfila como otro pu�ado de canciones atemporales, alejadas de las f�rmulas, parte integral de un cuerpo de obra que escapa a la median�a de la coherencia para mantenerse irremediablemente viva.

Alejandro Lingenti