miércoles, abril 13, 2005

La solar�stica, by Fabi�n Casas

Acaba de salir el libro de Gloria Guerrero sobre el Indio Solari (por Sudamericana y se llama "El Hombre Ilustrado"). Me lo pasa Strozza y me dice que est� buena la parte de La Plata, el Indio antes del Indio, recopilada por Oscar Jalil. Lo leo de un tir�n y anoto estas cosas al tun tun.

Perros. Cuando era joven, el Indio viv�a de manera n�made entre Valeria del Mar (donde se hab�a armado un rancho) y La Plata. Se dice en el libro que ten�a trabajos ocasionales en casas de videojuegos, la playa y otras yerbas. Viv�a solo, rodeado de perros. Hoy vive con su familia, en un casco de estancia en Parque Leloir, solo y rodeado de perros. En el medio, se hizo millonario. El libro consigna al pasar una frase del Indio interesante: "Uno emite cheques con la lengua que el culo no puede pagar".

Gulp. Durante un viaje de dos a�os por Am�rica, recalo en una aldea del Amazonas que se llama Colonia 5000. El Padrino Alfredo es el maestro espiritual del lugar. Toman el Santo Daime y bailan en un ritual religioso. Me hago amigo de un compa�ero de choza que se llama Horacio Tomasello y a quien un d�a, en el r�o, mientras se ba�a, escucho cantando una extra�a canci�n, cuyo estribillo dice "a brillar mi amor, vamos a brillar mi amor". Me dice que el tema es de una banda de culto que se llama Los Redonditos de Ricota. Medio a�o despu�s, ya en Buenos Aires, compro Gulp y me rompe la cabeza.

Bambalinas. Estoy en el Bambalinas con un par de amigos. Tocan los Redondos, que ya empiezan a llevar gente. Cuando salen a escena, tengo la sensaci�n de estar participando de un momento at�vico. Solari dice: "vamos a mover el culito". Lo que siento es similar a lo que debe haber sentido cualquier joven inmerso en la cultura rock cuando escuch� por primera vez a su banda de rock. Los Redondos eran reales. Como esquirla de la prehistoria redonda, Enrique Symns, en un intervalo del show, todav�a hace su mon�logo. Las bailarinas desnudas, los maestros de ceremonia, los payasos y toda la troupe ricotera previa a la grabaci�n de Gulp estaban desapareciendo de escena.

Ramos Mej�a. Se sabe que las revistas literarias y las parejas duran casi siempre dos n�meros. En mi primer revista literaria (que dur� un s�lo n�mero), llamada un Huevo y Medio, le hicimos un reportaje al Indio. Llegamos a su casa acompa�ados por Symns, en Ramos Mej�a. Nos quedamos desde las cinco de la tarde hasta las tres de la matina. El Indio se mostr� afable. Nos explic� qu� es vivir la vida de un rocker y qu� significa que algo "est� muy Shangai". Yo me doy cuenta de que el reportaje se fue a la mierda cuando el pelado Calderburg le pregunta: "Indio, �vos alguna vez transaste con el diablo?". Y el Indio le contesta, sin inmutarse: "S�, dos veces". La casa es austera, en la biblioteca abundan los libros de Castaneda y de Burroughs. Y los comics.

L�rica. Los Redondos empezaron siendo un grupo para pocos, apoyados sobre todo por los periodistas y los intelectuales. Con una puesta en escena al tun tun donde abundaban los cruces de est�ticas, todo bajo la partitura de un rock poderoso y duro. Deben haber existido dos momentos. Uno s�per interesante, de mezcla experimental (cuando eran un circo ambulante) y otro cuando entran a grabar y a pulir su m�sica y su l�rica. Oktubre, para m�, es la cumbre de la potencia ricotera. Despu�s, por alg�n motivo, empiezan a ser interpelados por las "bandas", la l�rica del Indio pierde poes�a y �l empieza a ser "escrito" por esas bandas que de la noche a la ma�ana copan los recitales. En la �nica conferencia de prensa que dieron despu�s de que un intendente prohibiera un recital, el Indio habla de que "esta banda es de los chicos". Los Redondos se convierten en una especie de peronismo del rock, en una banda asistencialista. Ya no crean p�blico. El p�blico les escribe las letras. Como Solari es inteligente, nota esto y empieza a complejizar su m�sica. Y cree que la morfolog�a de la m�sica se complejiza mediante la inclusi�n de las m�quinas. Salen Ultimo Bondi... y Momo Sampler. La ecuaci�n es simple: interpelo con las letras a las tribus, pero defiendo mi m�sica con la electr�nica. En su �ltimo disco, esto est� llevado al m�ximo: varios m�sicos grabaron guitarras sin conocer la canci�n completa para la cual estaban tocando. En esto el Indio se parece a Marcelo Bielsa. El m�sico, el jugador, tendr�a que ser una m�quina presa de un sistema sin emociones.

El estadista. "Emitir cheques con la lengua que el culo no puede pagar". Cuando uno construye ideolog�a, ya no se pone a pensar. Solari construy� una ideolog�a, se convirti� en el Ernesto S�bato del rock, un tipo serio y reconcentrado, grave. Delimit� con sus consignas un terreno que, con la muerte de Bulacio, entre otras cosas, se hizo trizas como el Albergue Warnes. Pero todo gran artista (y Solari lo es) construye tambi�n algo que lo excede. Ah� est�n las canciones de la primera �poca, los dr�culas con tacones, el viejo Caryl Chesman que lubrica sus branquias y respira otra vez. Tomemos esta letra y modifiqu�mosla: "Viejo Carlitos, lubrica tus branquias, respira otra vez".

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