Pablo dice:
Ya que la radio transmitir� el domingo 1/1 un especial del Ranking Rock & Pop, Mal Elemento no saldr� al aire. Nos reecontramos en el eter el 8/1, con la 2da parte de lo mejor de 2005.
PS: Ya se vienen nuestras listas, stay in tune.
viernes, diciembre 30, 2005
jueves, diciembre 29, 2005
La Bestia Salvaje (Espa�a, 2005), by Fabi�n Casas
Tarde en la noche, en el cable, agarr� empezada -no mucho, creo- una pel�cula que me hipnotiz�. Se llama Sexy Beast, y es de Jonathan Glazer. Su t�tulo est� traducido como La Bestia Salvaje. La Bestia Salvaje es, en principio, Ben Kingsley, quien encarna a Don, un hamp�n demencial, pose�do por algo as� como un brote psic�tico, que llega a una paradis�aca casa en la soleada Espa�a para ordenarle a otro hamp�n retirado (Ray Wistone) que se prepare para un nuevo asalto de su vieja banda.
Don es el mal en estado puro, es la bestia que no logra ser tacleada por el s�peryo de la sociedad. Es compulsivo, repugnante, insomne, repetitivo, agresivo... Y no soporta que le digan que no. Cuando llega a la casa de verano donde el hamp�n bueno y rubio est� tomando algo con hielo al borde de su piscina sin la menor gana de volver al ruedo (de hecho, est� enamorado de una ex actriz porno), la situaci�n se tensa. Tanto que Don, quien se queda unos terribles d�as en la casa esperando torcer la voluntad de su ex compa�ero de banda, una noche irrumpe en el dormitorio de Ray para molerlo a palos mientras �ste queda acurrucado debajo de la s�bana, junto a la actriz porno. Una escena incre�ble.
Otra escena que sirve para observar el car�cter de Don -a esa altura ya me ca�a muy simp�tico- es la que lo muestra tomando un avi�n y fumando descaradamente hasta que la polic�a lo obliga a bajarse, ya que no quiere apagar el cigarrillo. Don es as�, tiene un don: hace lo que quiere hasta que se corta la cuerda. Y hay una sola forma de detenerlo. Pero parar a Don es cambiar el curso de todo.
Hay algo en el coraz�n de la pel�cula (Don) que me impact�. Me acord� de los muchos tipos como �l que se cruzaron en mi vida. Hab�a uno, en la secundaria, que me aterroriz� durante mi primer a�o. Se llamaba Rodas y ten�a un hermano. El tipo ten�a rulos, un andar desgarbado y una forma de hablar muy particular: casi de costado.
Yo imitaba su forma de vestir (pantalones grises, anchos, casi cay�ndose) y su manera de caminar. Una tarde, en un recreo, me agarr� de las solapas y me tir� contra una pared. No puedo recordar qu� le hice para que me tratara as�, pero s� s� que sent� una especie de terror er�tico cuando el hijo de puta de Rodas me us� de trapo de piso.
El hermano -dec�an todas las chicas- era hermoso. Ahora le encuentro un parecido al cantante de Oasis. Rodas, para todas las chicas, era horrible. Sin embargo, si alguien me hubiera preguntado a qui�n me quer�a parecer de los dos, no hubiera dudado: Rodas. Yo quer�a ser la Bestia Salvaje. Hacer el mal al tut�n sin mirar a qui�n. Decir lo que se me ven�a en ganas y obligar a la instituci�n a echarme a patadas, a expulsarme por el largo intestino que la sociedad crea con sus reglas de mierda.
Hace unos d�as, descubr� que la Bestia Salvaje no s�lo te puede destruir con maldad. Un amigo vino a pasar Navidad a mi casa natal y trajo a otro que, seg�n dijo, "no ten�a d�nde pasarla porque reci�n hab�a llegado de Espa�a". As� que vino a la terraza de mi viejo a compartir el pan dulce navide�o. La Bestia Salvaje era un joven apuesto, espa�ol, que hablaba como en las traducciones de Anagrama, y que ten�a -una vez m�s- el don de caer hipersimp�tico. R�pidamente -incluido yo- todos �ramos amigos �ntimos suyos.
El tipo trajo unos cuantos champagnes, y nos los bajamos todos. Despu�s me pidi� que -para seguir la noche en otro lado- compr�ramos �cidos. Lo hicimos. Salimos en manifestaci�n con varios amigos para encontrarnos con un dealer. Como el dealer tardaba mucho en llegar -parec�a una pel�cula de Tarkovsky-, la Bestia Salvaje sigui� pidiendo bebidas y -con su extraordinaria simpat�a- nos empujaba a beberlas. Mientras tanto, con la mano que le quedaba libre, le dejaba mensajes a una amiga bisexual para verse "m�s tarde".
Lleg� el delivery, colamos los cartones y salimos a una fiesta no bien nos empezamos a sentir como los Cuatro Fant�sticos. Primera conclusi�n: despu�s de las cuatro de la ma�ana y de los cuarenta a�os, no hay que tomar ni un �cido Suchard. Sobre todo cuando lo que est� sucediendo afuera de tu cuerpo es la maldita Navidad. A la fiesta no se pod�a entrar porque estaba repleta de chicos que hac�an un scrum para derribar la puerta y producir una masacre. La Bestia Salvaje nos arengaba a empujar. Yo intent� trepar por una reja hasta la ventana abierta del primer piso donde unos ni�itos bailaban con m�sica de The Magic Numbers. Por suerte me pararon. �A d�nde carajo quer�a ir? Al final, volvimos al auto y la Bestia Salvaje nos ped�a que busc�ramos un after, un bar, algo... Terminamos pag�ndole a un seguridad un rejuntado de plata para entrar a Niceto. Eran las nueve de la ma�ana, la Bestia, mientras juntaba la colecta, dec�a: "Vamos, chavales, que nos queda una horita".
Entramos. Todo el mundo bailaba un pogo electr�nico. La Bestia nos arengaba para meternos en el centro del baile. Entonces, sacudido por el humo, los gritos y el coraz�n hipn�tico del beat, se me vino a la cabeza la idea de matarlo. La verdad, no quer�a estar ah�. Pero la Bestia Salvaje, al igual que el Don de Kingsley, sacaba lo mejor y lo peor de nosotros. Estaba ah�, bailando enloquecido, como desde hace millones de a�os. Yo lo conozco.
Don es el mal en estado puro, es la bestia que no logra ser tacleada por el s�peryo de la sociedad. Es compulsivo, repugnante, insomne, repetitivo, agresivo... Y no soporta que le digan que no. Cuando llega a la casa de verano donde el hamp�n bueno y rubio est� tomando algo con hielo al borde de su piscina sin la menor gana de volver al ruedo (de hecho, est� enamorado de una ex actriz porno), la situaci�n se tensa. Tanto que Don, quien se queda unos terribles d�as en la casa esperando torcer la voluntad de su ex compa�ero de banda, una noche irrumpe en el dormitorio de Ray para molerlo a palos mientras �ste queda acurrucado debajo de la s�bana, junto a la actriz porno. Una escena incre�ble.
Otra escena que sirve para observar el car�cter de Don -a esa altura ya me ca�a muy simp�tico- es la que lo muestra tomando un avi�n y fumando descaradamente hasta que la polic�a lo obliga a bajarse, ya que no quiere apagar el cigarrillo. Don es as�, tiene un don: hace lo que quiere hasta que se corta la cuerda. Y hay una sola forma de detenerlo. Pero parar a Don es cambiar el curso de todo.
Hay algo en el coraz�n de la pel�cula (Don) que me impact�. Me acord� de los muchos tipos como �l que se cruzaron en mi vida. Hab�a uno, en la secundaria, que me aterroriz� durante mi primer a�o. Se llamaba Rodas y ten�a un hermano. El tipo ten�a rulos, un andar desgarbado y una forma de hablar muy particular: casi de costado.
Yo imitaba su forma de vestir (pantalones grises, anchos, casi cay�ndose) y su manera de caminar. Una tarde, en un recreo, me agarr� de las solapas y me tir� contra una pared. No puedo recordar qu� le hice para que me tratara as�, pero s� s� que sent� una especie de terror er�tico cuando el hijo de puta de Rodas me us� de trapo de piso.
El hermano -dec�an todas las chicas- era hermoso. Ahora le encuentro un parecido al cantante de Oasis. Rodas, para todas las chicas, era horrible. Sin embargo, si alguien me hubiera preguntado a qui�n me quer�a parecer de los dos, no hubiera dudado: Rodas. Yo quer�a ser la Bestia Salvaje. Hacer el mal al tut�n sin mirar a qui�n. Decir lo que se me ven�a en ganas y obligar a la instituci�n a echarme a patadas, a expulsarme por el largo intestino que la sociedad crea con sus reglas de mierda.
Hace unos d�as, descubr� que la Bestia Salvaje no s�lo te puede destruir con maldad. Un amigo vino a pasar Navidad a mi casa natal y trajo a otro que, seg�n dijo, "no ten�a d�nde pasarla porque reci�n hab�a llegado de Espa�a". As� que vino a la terraza de mi viejo a compartir el pan dulce navide�o. La Bestia Salvaje era un joven apuesto, espa�ol, que hablaba como en las traducciones de Anagrama, y que ten�a -una vez m�s- el don de caer hipersimp�tico. R�pidamente -incluido yo- todos �ramos amigos �ntimos suyos.
El tipo trajo unos cuantos champagnes, y nos los bajamos todos. Despu�s me pidi� que -para seguir la noche en otro lado- compr�ramos �cidos. Lo hicimos. Salimos en manifestaci�n con varios amigos para encontrarnos con un dealer. Como el dealer tardaba mucho en llegar -parec�a una pel�cula de Tarkovsky-, la Bestia Salvaje sigui� pidiendo bebidas y -con su extraordinaria simpat�a- nos empujaba a beberlas. Mientras tanto, con la mano que le quedaba libre, le dejaba mensajes a una amiga bisexual para verse "m�s tarde".
Lleg� el delivery, colamos los cartones y salimos a una fiesta no bien nos empezamos a sentir como los Cuatro Fant�sticos. Primera conclusi�n: despu�s de las cuatro de la ma�ana y de los cuarenta a�os, no hay que tomar ni un �cido Suchard. Sobre todo cuando lo que est� sucediendo afuera de tu cuerpo es la maldita Navidad. A la fiesta no se pod�a entrar porque estaba repleta de chicos que hac�an un scrum para derribar la puerta y producir una masacre. La Bestia Salvaje nos arengaba a empujar. Yo intent� trepar por una reja hasta la ventana abierta del primer piso donde unos ni�itos bailaban con m�sica de The Magic Numbers. Por suerte me pararon. �A d�nde carajo quer�a ir? Al final, volvimos al auto y la Bestia Salvaje nos ped�a que busc�ramos un after, un bar, algo... Terminamos pag�ndole a un seguridad un rejuntado de plata para entrar a Niceto. Eran las nueve de la ma�ana, la Bestia, mientras juntaba la colecta, dec�a: "Vamos, chavales, que nos queda una horita".
Entramos. Todo el mundo bailaba un pogo electr�nico. La Bestia nos arengaba para meternos en el centro del baile. Entonces, sacudido por el humo, los gritos y el coraz�n hipn�tico del beat, se me vino a la cabeza la idea de matarlo. La verdad, no quer�a estar ah�. Pero la Bestia Salvaje, al igual que el Don de Kingsley, sacaba lo mejor y lo peor de nosotros. Estaba ah�, bailando enloquecido, como desde hace millones de a�os. Yo lo conozco.
lunes, diciembre 26, 2005
Top 15 2005, by Jorge Luis Fernandez
Pablo dice:
Como todos los a�os, ac� van los mejores discos de 2005 para nuestro amigo, artista exclusivo de ME, en conjunto con Perfect Sound Forever & The Wire. Enjoy!
Paavoharju - Yh� H�m�r�� (Fonal)
Ariel Pink's Haunted Graffitti - Worn Copy (Paw Tracks)
The Books - Lost And Safe (Tomlab)
Afrirampo - Kore Ga Mayaku Da (Tzadik)
Richard Thompson - Grizzly Man OST (Thirsty Ear)
Nils �kland - Bris (Rune Grammofon)
Steven R. Smith - Crown Of Marches (Catsup Plate)
ES - Sateenkaarisuudelma/Maailmankaari/Pianokaari (K-RAA-K)
Lau Nau - Kuutarha (Locust Music)
The Fall - Fall Heads Roll (Slogan)
Susumu Yokota - Symbol (Lo Recordings)
Bill Fay Group - Tomorrow Tomorrow And Tomorrow (Durtro Jnana/Reedition)
John Luther Adams - Strange And Sacred Noise (Mode)
Ilk - Canticle (VHF)
Volcano The Bear - Catonapotato (Digitalis/Broken Face Recordings)
Como todos los a�os, ac� van los mejores discos de 2005 para nuestro amigo, artista exclusivo de ME, en conjunto con Perfect Sound Forever & The Wire. Enjoy!
Paavoharju - Yh� H�m�r�� (Fonal)
Ariel Pink's Haunted Graffitti - Worn Copy (Paw Tracks)
The Books - Lost And Safe (Tomlab)
Afrirampo - Kore Ga Mayaku Da (Tzadik)
Richard Thompson - Grizzly Man OST (Thirsty Ear)
Nils �kland - Bris (Rune Grammofon)
Steven R. Smith - Crown Of Marches (Catsup Plate)
ES - Sateenkaarisuudelma/Maailmankaari/Pianokaari (K-RAA-K)
Lau Nau - Kuutarha (Locust Music)
The Fall - Fall Heads Roll (Slogan)
Susumu Yokota - Symbol (Lo Recordings)
Bill Fay Group - Tomorrow Tomorrow And Tomorrow (Durtro Jnana/Reedition)
John Luther Adams - Strange And Sacred Noise (Mode)
Ilk - Canticle (VHF)
Volcano The Bear - Catonapotato (Digitalis/Broken Face Recordings)
domingo, diciembre 25, 2005
25-05 Programa lo mejor del a�
Do what you wanna do (Acid house kings)
Au port (Camille)
Lay low (My morning Jacket)
Punks in the beerlight (Silver Jews)
Midnight in Aspen (The Fall)
Stomping Dionysus (Julian Cope)
Sow into you (Roisin Murphy)
New Me (Jamie Lidell)
Migajas (Forencia Ruiz
Regalo (Lucas Mart�)
Fistfull of love (Antony & The Johnsons w/Lou Reed)
The Beatles (Devendra Banhart)
Serotonin (Nine Horses)
True love (Hanne Hukkelberg)
Hidden (Vashti Bunyan)
Au port (Camille)
Lay low (My morning Jacket)
Punks in the beerlight (Silver Jews)
Midnight in Aspen (The Fall)
Stomping Dionysus (Julian Cope)
Sow into you (Roisin Murphy)
New Me (Jamie Lidell)
Migajas (Forencia Ruiz
Regalo (Lucas Mart�)
Fistfull of love (Antony & The Johnsons w/Lou Reed)
The Beatles (Devendra Banhart)
Serotonin (Nine Horses)
True love (Hanne Hukkelberg)
Hidden (Vashti Bunyan)
jueves, diciembre 22, 2005
When you close the door
Pablo dice:
Despu�s de ver ac� quien es el abogado que representa a Mariano Door, todo lo que sospech� desde un principio se confirm�: el tipo es culpable, y es un nabo.
PS: El domingo haremos el 1er programa de dos con Lo Mejor del A�o. En breve, las opiniones nuestras y de amigos en Encuesta Mal Elemento 2005.
Despu�s de ver ac� quien es el abogado que representa a Mariano Door, todo lo que sospech� desde un principio se confirm�: el tipo es culpable, y es un nabo.
PS: El domingo haremos el 1er programa de dos con Lo Mejor del A�o. En breve, las opiniones nuestras y de amigos en Encuesta Mal Elemento 2005.
domingo, diciembre 18, 2005
Programa 18 - 12
The Modern World (The Jam)
Too Much Pressure (The Selecter)
Don't pass me by (The Beatles)
Hickory Wind (The Byrds)
Planet of sound (Pixies)
Cannonball (Breeders)
Entrevista con Sergio Pujol, autor de Rock y dictadura
Ana no duerme (Almendra)
Canci�n de Alicia (Ser� Giran)
Caribbean wind (Bob Dylan, �in�dito!)
Entrevista con Victoria Mil
El rock vive de mi
Tema in�dito
Too Much Pressure (The Selecter)
Don't pass me by (The Beatles)
Hickory Wind (The Byrds)
Planet of sound (Pixies)
Cannonball (Breeders)
Entrevista con Sergio Pujol, autor de Rock y dictadura
Ana no duerme (Almendra)
Canci�n de Alicia (Ser� Giran)
Caribbean wind (Bob Dylan, �in�dito!)
Entrevista con Victoria Mil
El rock vive de mi
Tema in�dito
jueves, diciembre 15, 2005
Bond vivant
Director's cut de una nota que sali� muy reducida.
Seg�n una encuesta realizada por el American Film Institute, la cita m�s celebre de la historia del cine no es otra que ?Bond? James Bond?, la ya cl�sica presentaci�n que el esp�a brit�nico hace de s� mismo en Dr. No (1963). Aunque en ese momento el personaje ya llevaba diez a�os de existencia literaria, fue la fusi�n de su imperturbable estilo con la interpretaci�n magn�tica de Sean Connery lo que logr� convertirlo en unos de los prototipos de masculinidad del siglo XX y en un �cono de nuestra cultura popular.
James Bond fue creado por Ian Fleming en 1953. En las novelas, el esp�a es un asesino despiadado, actor solapado pero crucial de la guerra fr�a, con pocos rasgos de humanidad y capaz de hacer lo necesario con tal de completar su misi�n. Aunque el personaje era una invenci�n absoluta del autor, algunas de sus ideas salieron de su experiencia como agente del servicio de inteligencia ingl�s. En efecto, Fleming fue un esp�a en la Uni�n Sovi�tica y alcanzo el grado de comandante del imperio brit�nico (el mismo de Bond) por sus servicios a la corona. Tan mujeriego como su personaje, el escritor protagoniz� varios esc�ndalos sexuales, el m�s notorio sucedi� cuando una de sus amantes, Lady Anne Rothemere, una mujer comprometida con otro hombre, qued� encinta. A los 44 a�os, Fleming, un caballero ingl�s despu�s de todo, decidi� abandonar la solter�a y casarse, pero antes se mud� a Jamaica por una temporada durante la que, en una casa en la playa llamada Goldeneye (tal como la pel�cula que vio el debut en el personaje de Pierce Brosnan), escribi� Casino Royale, el primer relato de Bond.
Curiosamente, esta novela fundadora nunca fue llevada apropiadamente al cine. La pel�cula hom�nima es una comedia que poco tiene que ver con el texto, en la que David Niven, Peter Sellers y Woody Allen interpretan diferentes encarnaciones de 007. Reci�n el a�o pr�ximo se ver� una adaptaci�n m�s fiel del relato, protagonizada por Daniel Craig, el reemplazante de Pierce Brosnan (el actor no lleg� a un acuerdo econ�mico con los productores) en el papel central. Si no se cuentan todas las encarnaciones de la previa Casino Royale, Craig ser� el sexto Bond.
Dr. No empez� una de las franquicias m�s exitosas de la historia del cine (que devolvi� la fortuna a la familia de su productor Albert ?Cubby? Broccoli, cuyos ancestros hab�an creado el vegetal hom�nimo). En 1963, sin embargo, el personaje estaba lejos de ser el que conocemos. �D�nde estaba su imperturbable dandismo?; �d�nde estaba el agente Q y sus caracter�sticos gadgets de contraespionaje?; �y donde, los inolvidables one liners? Goldfinger (1965), la tercera y mejor pel�cula de la serie, sentar�a las bases correctas para la dinast�a Bond. Hasta all�, 007 era un guerrero fr�o, un producto de la posguerra en combate singular y despiadado con organizaciones de vago nombre eslavo que amenazan al imperio brit�nico. Tras Goldfinger, el Bond cinematogr�fico se convirti� en un bon vivant (la pel�cula introdujo la ya insoslayable receta del martini ?shaken, not stirred?), un conquistador de mujeres fatales con nombres extraordinarios (esta pel�cula nos dio a Pussy Galore, cuyo nombre puede ser traducido como ?abundancia de vagina?; luego vendr�an Tiffany Case ??estuche de Tiffany?-, Plenty O?Toole ??un mont�n de herramienta?-, Holly Goodhead ??una gran mamada?- y muchas m�s) y un ironista compulsivo que no dejaba escena sin remate. Mucho antes de que Austin Powers creara villanos ins�litos, Bond tuvo a Stavros Blofeld, genio del mal obsesionado con dominar el mundo; a Auric Goldfinger, que asesinaba a sus mujeres y las pintaba de dorado; a Oddjob, asesino chino que lanzaba un filoso bomb�n decapitador; y al mism�simo Dr. No, capaz de matar con un s�lo golpe de su mano met�lica. En Goldfinger, la franquicia encontr� su tono, a mitad de camino entre la pel�cula de espionaje y la autoparodia, que ser�a el secreto de su �xito.
Bond logr� en el cine lo que el imperio brit�nico no logr� en el mundo real: permanecer como un protagonista del destino pol�tico del mundo. En la d�cada del 50 y hasta en los 60 era totalmente veros�mil que un agente brit�nico estuviera en la vanguardia de la lucha contra los enemigos de occidente. Hoy, es s�lo su �xito de boleter�a lo que lo mantiene, ya que la p�rdida de la hegemon�a brit�nica frente al imperio americano vuelve al personaje un dispositivo anacr�nico, un resto del pasado. Aunque el enemigo ya no sea sovi�tico, hay en cada pel�cula de Bond un residuo de su lucha antimarxista. Como se�ala el fil�sofo esloveno Slavoj Zizek, invariablemente el villano de turno muestra a Bond su guarida donde hay una intensa labor -la construcci�n de un cohete, la destilaci�n de drogas- que recuerda la orgullosa presentaci�n de las fuerzas del trabajo por parte del realismo socialista. Bond es el encargado de destruir esa f�brica clandestina, reproduciendo en ese escenario, por un lado la destrucci�n del colectivismo socialista y por el otro, del proletariado por las fuerzas del capitalismo triunfante. A pesar de sus caprichos y rebeld�a con sus superiores, Bond es la �ltima l�nea de defensa del statu quo.
Connery abandono la serie en 1971, con Los diamantes son eternos. Hab�a amagado en Al servicio secreto de su majestad (1969), una de las pel�culas menos ir�nicas de las serie, donde fue reemplazado por el modelo masculino George Lazenby. Sin embargo, el Bond de los setenta ser�a Roger Moore, quien ven�a de encarnar, en televisi�n, a El Santo y a uno de los Dos tipos audaces. Un actor de mucho menor carisma que Connery, la suave elegancia de Moore trajo mayor humanidad al personaje. En su reinado, se profundiz� la v�a del humor, los gadgets complejos y las mujeres f�ciles. Para los a�os 80, el nivel de conciencia e iron�a de la serie con sus propios recursos era tal que la pel�cula del muchas veces negado regreso de Connery se llam� Nunca digas nunca jam�s (1983).
Tras un doble intento fallido con el insulso Timothy Dalton (quien, para colmo, fue el primer Bond casto, a causa del puritanismo que sigui� a la explosi�n del SIDA), la franquicia encontr� al actor irland�s Pierce Brosnan y con �l, al mejor Bond desde Connery. A tono con la correci�n pol�tica actual, este Bond no considera a las mujeres s�lo instrumentos para su placer y no es tan despiadado a la hora de matar. Aunque se toma mucho m�s en serio a si mismo, hay que reconocer que con el nuevo protagonista la serie recuper� energ�a. Est� claro que un buen gui�n y un realizador que entienda la iron�a y la elegancia de 007 ayudan mucho, pero aquello que resulta crucial para obtener un Bond que no decepcione es el carisma de actor principal. Brosnan lo tiene. �Lo tendr� Daniel Craig?
Seg�n una encuesta realizada por el American Film Institute, la cita m�s celebre de la historia del cine no es otra que ?Bond? James Bond?, la ya cl�sica presentaci�n que el esp�a brit�nico hace de s� mismo en Dr. No (1963). Aunque en ese momento el personaje ya llevaba diez a�os de existencia literaria, fue la fusi�n de su imperturbable estilo con la interpretaci�n magn�tica de Sean Connery lo que logr� convertirlo en unos de los prototipos de masculinidad del siglo XX y en un �cono de nuestra cultura popular.
James Bond fue creado por Ian Fleming en 1953. En las novelas, el esp�a es un asesino despiadado, actor solapado pero crucial de la guerra fr�a, con pocos rasgos de humanidad y capaz de hacer lo necesario con tal de completar su misi�n. Aunque el personaje era una invenci�n absoluta del autor, algunas de sus ideas salieron de su experiencia como agente del servicio de inteligencia ingl�s. En efecto, Fleming fue un esp�a en la Uni�n Sovi�tica y alcanzo el grado de comandante del imperio brit�nico (el mismo de Bond) por sus servicios a la corona. Tan mujeriego como su personaje, el escritor protagoniz� varios esc�ndalos sexuales, el m�s notorio sucedi� cuando una de sus amantes, Lady Anne Rothemere, una mujer comprometida con otro hombre, qued� encinta. A los 44 a�os, Fleming, un caballero ingl�s despu�s de todo, decidi� abandonar la solter�a y casarse, pero antes se mud� a Jamaica por una temporada durante la que, en una casa en la playa llamada Goldeneye (tal como la pel�cula que vio el debut en el personaje de Pierce Brosnan), escribi� Casino Royale, el primer relato de Bond.
Curiosamente, esta novela fundadora nunca fue llevada apropiadamente al cine. La pel�cula hom�nima es una comedia que poco tiene que ver con el texto, en la que David Niven, Peter Sellers y Woody Allen interpretan diferentes encarnaciones de 007. Reci�n el a�o pr�ximo se ver� una adaptaci�n m�s fiel del relato, protagonizada por Daniel Craig, el reemplazante de Pierce Brosnan (el actor no lleg� a un acuerdo econ�mico con los productores) en el papel central. Si no se cuentan todas las encarnaciones de la previa Casino Royale, Craig ser� el sexto Bond.
Dr. No empez� una de las franquicias m�s exitosas de la historia del cine (que devolvi� la fortuna a la familia de su productor Albert ?Cubby? Broccoli, cuyos ancestros hab�an creado el vegetal hom�nimo). En 1963, sin embargo, el personaje estaba lejos de ser el que conocemos. �D�nde estaba su imperturbable dandismo?; �d�nde estaba el agente Q y sus caracter�sticos gadgets de contraespionaje?; �y donde, los inolvidables one liners? Goldfinger (1965), la tercera y mejor pel�cula de la serie, sentar�a las bases correctas para la dinast�a Bond. Hasta all�, 007 era un guerrero fr�o, un producto de la posguerra en combate singular y despiadado con organizaciones de vago nombre eslavo que amenazan al imperio brit�nico. Tras Goldfinger, el Bond cinematogr�fico se convirti� en un bon vivant (la pel�cula introdujo la ya insoslayable receta del martini ?shaken, not stirred?), un conquistador de mujeres fatales con nombres extraordinarios (esta pel�cula nos dio a Pussy Galore, cuyo nombre puede ser traducido como ?abundancia de vagina?; luego vendr�an Tiffany Case ??estuche de Tiffany?-, Plenty O?Toole ??un mont�n de herramienta?-, Holly Goodhead ??una gran mamada?- y muchas m�s) y un ironista compulsivo que no dejaba escena sin remate. Mucho antes de que Austin Powers creara villanos ins�litos, Bond tuvo a Stavros Blofeld, genio del mal obsesionado con dominar el mundo; a Auric Goldfinger, que asesinaba a sus mujeres y las pintaba de dorado; a Oddjob, asesino chino que lanzaba un filoso bomb�n decapitador; y al mism�simo Dr. No, capaz de matar con un s�lo golpe de su mano met�lica. En Goldfinger, la franquicia encontr� su tono, a mitad de camino entre la pel�cula de espionaje y la autoparodia, que ser�a el secreto de su �xito.
Bond logr� en el cine lo que el imperio brit�nico no logr� en el mundo real: permanecer como un protagonista del destino pol�tico del mundo. En la d�cada del 50 y hasta en los 60 era totalmente veros�mil que un agente brit�nico estuviera en la vanguardia de la lucha contra los enemigos de occidente. Hoy, es s�lo su �xito de boleter�a lo que lo mantiene, ya que la p�rdida de la hegemon�a brit�nica frente al imperio americano vuelve al personaje un dispositivo anacr�nico, un resto del pasado. Aunque el enemigo ya no sea sovi�tico, hay en cada pel�cula de Bond un residuo de su lucha antimarxista. Como se�ala el fil�sofo esloveno Slavoj Zizek, invariablemente el villano de turno muestra a Bond su guarida donde hay una intensa labor -la construcci�n de un cohete, la destilaci�n de drogas- que recuerda la orgullosa presentaci�n de las fuerzas del trabajo por parte del realismo socialista. Bond es el encargado de destruir esa f�brica clandestina, reproduciendo en ese escenario, por un lado la destrucci�n del colectivismo socialista y por el otro, del proletariado por las fuerzas del capitalismo triunfante. A pesar de sus caprichos y rebeld�a con sus superiores, Bond es la �ltima l�nea de defensa del statu quo.
Connery abandono la serie en 1971, con Los diamantes son eternos. Hab�a amagado en Al servicio secreto de su majestad (1969), una de las pel�culas menos ir�nicas de las serie, donde fue reemplazado por el modelo masculino George Lazenby. Sin embargo, el Bond de los setenta ser�a Roger Moore, quien ven�a de encarnar, en televisi�n, a El Santo y a uno de los Dos tipos audaces. Un actor de mucho menor carisma que Connery, la suave elegancia de Moore trajo mayor humanidad al personaje. En su reinado, se profundiz� la v�a del humor, los gadgets complejos y las mujeres f�ciles. Para los a�os 80, el nivel de conciencia e iron�a de la serie con sus propios recursos era tal que la pel�cula del muchas veces negado regreso de Connery se llam� Nunca digas nunca jam�s (1983).
Tras un doble intento fallido con el insulso Timothy Dalton (quien, para colmo, fue el primer Bond casto, a causa del puritanismo que sigui� a la explosi�n del SIDA), la franquicia encontr� al actor irland�s Pierce Brosnan y con �l, al mejor Bond desde Connery. A tono con la correci�n pol�tica actual, este Bond no considera a las mujeres s�lo instrumentos para su placer y no es tan despiadado a la hora de matar. Aunque se toma mucho m�s en serio a si mismo, hay que reconocer que con el nuevo protagonista la serie recuper� energ�a. Est� claro que un buen gui�n y un realizador que entienda la iron�a y la elegancia de 007 ayudan mucho, pero aquello que resulta crucial para obtener un Bond que no decepcione es el carisma de actor principal. Brosnan lo tiene. �Lo tendr� Daniel Craig?
Vas a salir campe�n... versi�n ME
Pablo dice:
Ya se encarg� del tema Fabi�n Casas en El Cicl�n y La Furia pero, como era de esperarse, esto es lo m�s. Recomiendo la nota destacada, y los distintos wallpapers en alusi�n al club m�s amargo del universo que, como bien apunta Fabi�n, a esta altura deber�a perder la personer�a jur�dica y ser desafiliado de la A.F.A. por gallina.
Dedicado a mi primo Horacio, a Oscar Jalil, a Christian Antonis y a Mart�n Bonetto, grandes amigos pincharratas.
Ya se encarg� del tema Fabi�n Casas en El Cicl�n y La Furia pero, como era de esperarse, esto es lo m�s. Recomiendo la nota destacada, y los distintos wallpapers en alusi�n al club m�s amargo del universo que, como bien apunta Fabi�n, a esta altura deber�a perder la personer�a jur�dica y ser desafiliado de la A.F.A. por gallina.
Dedicado a mi primo Horacio, a Oscar Jalil, a Christian Antonis y a Mart�n Bonetto, grandes amigos pincharratas.
domingo, diciembre 11, 2005
Programa 11-12
Paid cheto ar pam (Gorky's Zygotic Myncy)
Dacw hi (Super Furry Animals)
Get Together (Madonna)
Well (Matias Aguayo)
Through The Lonely Night (The Rolling Stones)
Get Back The Line (The Kinks)
La chica m�s linda de Adrogu� (Santi Amor y D Champions)
Yin Yang (Victoria Mil)
I found love (The Free Design remixado por Styrofoam)
No me ense�en la lecci�n (La Costa Brava)
Into the Woods (My Morning Jacket)
Tigress (Songs:Ohia)
I'm the cheese (Safety Scissors)
Andando en la luz fr�a (Daniel Melero)
Emmanuel Horvilleur en vivo
No como
Seguir
En mi cama
Fan
Dacw hi (Super Furry Animals)
Get Together (Madonna)
Well (Matias Aguayo)
Through The Lonely Night (The Rolling Stones)
Get Back The Line (The Kinks)
La chica m�s linda de Adrogu� (Santi Amor y D Champions)
Yin Yang (Victoria Mil)
I found love (The Free Design remixado por Styrofoam)
No me ense�en la lecci�n (La Costa Brava)
Into the Woods (My Morning Jacket)
Tigress (Songs:Ohia)
I'm the cheese (Safety Scissors)
Andando en la luz fr�a (Daniel Melero)
Emmanuel Horvilleur en vivo
No como
Seguir
En mi cama
Fan
sábado, diciembre 10, 2005
Emmanuel Horvilleur en vivo
Este domingo a las 14 en Mal Elemento, presenta temas de su disco "Rocanrolero".
Adem�s, entrevista con Sergio Pujol, autor del libro Rock y dictadura.
Y luego �nos vamos al Festipez!
Adem�s, entrevista con Sergio Pujol, autor del libro Rock y dictadura.
Y luego �nos vamos al Festipez!
miércoles, diciembre 07, 2005
Una p�sima noticia
Pablo dice:
Recien acabo de hablar con Oscar Jalil, que me comunic� de esta noticia que van a leer m�s abajo. Por culpa de este error de Edelap, ma�ana no saldr� al aire Operaci�n Lennon, la marat�n de 12 hs. en memoria del beatle que Oscar, Ariel Valeri y compa��a estaban preparando desde hac�a m�s de un mes. Esperamos desde ac� que se solucione todo cuanto antes.
LA PLATA, dic 7 (DyN) - Un golpe de tensi�n produjo hoy serios da�os en el equipamiento t�cnico de LR11 Radio Universidad Nacional de La Plata, la que permanecer� sin transmitir en sus dos bandas durante al menos una semana, informaron hoy voceros de la casa de estudios.
El incidente ocurri� alrededor de las 10, cuando operarios de Edelap, la empresa distribuidora de energ�a el�ctrica de La Plata, trabajaban en las inmediaciones de la emisora ubicada frente a Plaza Rocha, en 7 y 60, en el centro de la ciudad. Seg�n informaron t�cnicos de la emisora, "a media ma�ana se registr� un corte en el suministro y cuando se restableci� el servicio, la l�nea fue sobrecargada con 380 voltios; es decir, casi el doble de lo normado para el funcionamiento de equipos electr�nicos y artefactos de luz".
En la Secretar�a de Extensi�n de la UNLP, de quien depende la radio universitaria, explicaron que "se quemaron todos los equipos inform�ticos, las consolas de sonido para la transmisi�n en Amplitud Modulada (AM) y Frecuencia Modulada (FM)". Tambi�n resultaron afectados "los televisores, las videograbadoras y la totalidad de los electrodom�sticos y artefactos el�ctricos que estaban conectados a la red el�ctrica en el momento en que se registr� la sobrecarga de energ�a".
"La reparaci�n de los equipos no va a tomar menos de una semana, por lo que en todo ese tiempo la radio va a permanecer sin transmisi�n", dijeron.
Recien acabo de hablar con Oscar Jalil, que me comunic� de esta noticia que van a leer m�s abajo. Por culpa de este error de Edelap, ma�ana no saldr� al aire Operaci�n Lennon, la marat�n de 12 hs. en memoria del beatle que Oscar, Ariel Valeri y compa��a estaban preparando desde hac�a m�s de un mes. Esperamos desde ac� que se solucione todo cuanto antes.
LA PLATA, dic 7 (DyN) - Un golpe de tensi�n produjo hoy serios da�os en el equipamiento t�cnico de LR11 Radio Universidad Nacional de La Plata, la que permanecer� sin transmitir en sus dos bandas durante al menos una semana, informaron hoy voceros de la casa de estudios.
El incidente ocurri� alrededor de las 10, cuando operarios de Edelap, la empresa distribuidora de energ�a el�ctrica de La Plata, trabajaban en las inmediaciones de la emisora ubicada frente a Plaza Rocha, en 7 y 60, en el centro de la ciudad. Seg�n informaron t�cnicos de la emisora, "a media ma�ana se registr� un corte en el suministro y cuando se restableci� el servicio, la l�nea fue sobrecargada con 380 voltios; es decir, casi el doble de lo normado para el funcionamiento de equipos electr�nicos y artefactos de luz".
En la Secretar�a de Extensi�n de la UNLP, de quien depende la radio universitaria, explicaron que "se quemaron todos los equipos inform�ticos, las consolas de sonido para la transmisi�n en Amplitud Modulada (AM) y Frecuencia Modulada (FM)". Tambi�n resultaron afectados "los televisores, las videograbadoras y la totalidad de los electrodom�sticos y artefactos el�ctricos que estaban conectados a la red el�ctrica en el momento en que se registr� la sobrecarga de energ�a".
"La reparaci�n de los equipos no va a tomar menos de una semana, por lo que en todo ese tiempo la radio va a permanecer sin transmisi�n", dijeron.
domingo, diciembre 04, 2005
Programa 4-12
Touch the Sky(Kanye West)
She don't have to know (John Legend)
Herz aus papier (Justus Kohncke)
Kukuu (The Dolls)
Charla con Diedrich Diederichsen, autor de Personas en Loop (Editorial Interzona)
I'll be on the water (Akron Family)
Disco de la semana: Snow Borne Sorrow de Nine Horses (nuevo grupo de David Sylvian)
Serotonin
The day the earth stole heaven
Pi (Kate Bush)
Entrevista y minishow de Sonotipo
Las miradas
Creo
Sagrado Corazon
She don't have to know (John Legend)
Herz aus papier (Justus Kohncke)
Kukuu (The Dolls)
Charla con Diedrich Diederichsen, autor de Personas en Loop (Editorial Interzona)
I'll be on the water (Akron Family)
Disco de la semana: Snow Borne Sorrow de Nine Horses (nuevo grupo de David Sylvian)
Serotonin
The day the earth stole heaven
Pi (Kate Bush)
Entrevista y minishow de Sonotipo
Las miradas
Creo
Sagrado Corazon
sábado, diciembre 03, 2005
Domingo con visitas
* Sonotipo presenta en vivo su disco "El sue�o de Marlene"
* El alem�n Diedrich Diederichsen viene al estudio para conversar sobre su libro "Personas en loop - Ensayos sobre cultura pop", editado este a�o en Argentina por Interzona.
* El alem�n Diedrich Diederichsen viene al estudio para conversar sobre su libro "Personas en loop - Ensayos sobre cultura pop", editado este a�o en Argentina por Interzona.
viernes, diciembre 02, 2005
Visions of China
Pablo dice:
Acabo de encontrar este manifiesto sobre porque hay que comprar en los supermercados chinos por sobre las cadenas nacionales. A los argumentos esgrimidos m�s abajo les sumo uno fundamental: los chinos rompen con la dictadura de tener s�lo cerveza Quilmes fr�a, y en sus heladeras tienen Isenbeck, Heineken, Warsteiner y, ahora, Stella Artois. Cinco mil a�os de cultura los avalan. Compre chino.
Hay que comprarle a los supermercaditos chinos por estas razones:
- En general tienen buenos precios.
- No subieron la Coca en lo peor del desabastecimiento.
- No pierden tiempo como lo hac�an y hacen los viejos almaceneros de barrio. Los chinos te dicen hola, el total y chau.
- Son ideales para clientes antisociales porque no hablan del tiempo, econom�a, f�tbol y no hace falta saber c�mo se llaman.
- A veces no le compran a los proveedores cuando �stos traen nuevos precios. Aunque a la larga aflojan tienen m�s conciencia que nosotros, si hay aumentos al menos patalean.
- Si tienen un/a hijo/a o nieto/a y le pregunt�s "�argentino/a?", te responden con orgullo "argentino/a" confirmando que nuestro pa�s es el crisol de razas.
- Siempre tienen cambio. Aunque lamentablemente se est�n aporte�ando, ya empiezan con la mala costumbre de hacerte revisar si ten�s monedas y est�n mezquinando bolsitas, mezclando jabones con el salam�n (tomen nota las autoridades)
- Han implementado la costumbre porte�a de los 90, el delivery.
Acabo de encontrar este manifiesto sobre porque hay que comprar en los supermercados chinos por sobre las cadenas nacionales. A los argumentos esgrimidos m�s abajo les sumo uno fundamental: los chinos rompen con la dictadura de tener s�lo cerveza Quilmes fr�a, y en sus heladeras tienen Isenbeck, Heineken, Warsteiner y, ahora, Stella Artois. Cinco mil a�os de cultura los avalan. Compre chino.
Hay que comprarle a los supermercaditos chinos por estas razones:
- En general tienen buenos precios.
- No subieron la Coca en lo peor del desabastecimiento.
- No pierden tiempo como lo hac�an y hacen los viejos almaceneros de barrio. Los chinos te dicen hola, el total y chau.
- Son ideales para clientes antisociales porque no hablan del tiempo, econom�a, f�tbol y no hace falta saber c�mo se llaman.
- A veces no le compran a los proveedores cuando �stos traen nuevos precios. Aunque a la larga aflojan tienen m�s conciencia que nosotros, si hay aumentos al menos patalean.
- Si tienen un/a hijo/a o nieto/a y le pregunt�s "�argentino/a?", te responden con orgullo "argentino/a" confirmando que nuestro pa�s es el crisol de razas.
- Siempre tienen cambio. Aunque lamentablemente se est�n aporte�ando, ya empiezan con la mala costumbre de hacerte revisar si ten�s monedas y est�n mezquinando bolsitas, mezclando jabones con el salam�n (tomen nota las autoridades)
- Han implementado la costumbre porte�a de los 90, el delivery.
jueves, diciembre 01, 2005
Valeria Masa, by Fabi�n Casas
El nuevo Papa est� preocupado por sus masas invisibles y les dio la orden a los juristas metaf�sicos del Vaticano para que le resuelvan este problema: qu� se puede hacer con los miles de ni�os que mueren antes de ser bautizados y, por no encontrarse con Dios y estar impregnados por el pecado original, est�n condenados a permanecer for ever en el Limbo. Un caso complicado. Ibarra, los padres de Croma��n y los juristas argentinos tambi�n est�n preocupados por esa masa invisible que formaron los muertos en la tragedia del boliche de Once.
"La masa invisible" es una de las tipolog�as que utiliza El�as Canetti en su libro "Masa y poder" para describir uno de los fen�menos que m�s lo obsesionaron durante su larga vida: c�mo se comporta la gente cuando se amontona y se convierte en masa. El libro, que le llev� m�s de veinte a�os concluir, es notable porque est� escrito desde una perspectiva netamente personal, alejado de cualquier escuela, de cualquier "ismo". Curioso, sobre todo porque cuando finalmente vio la luz, en 1960, estaba en auge el sistema estructuralista de Lacan, Strauss y Barthes.
Hace muchos a�os le� "Masa y poder" y ahora me cay� en las manos una reedici�n. Es notable c�mo este libro que, seg�n el autor, "es un an�lisis de los motivos que llevaron al surgimiento del nacional socialismo" nos interpela en estos tiempos, como si hubiera sido escrito para analizar los sucesos de Croma��n.
Canetti hace tipificaciones de diferentes modelos de masas. La masa cerrada, la masa abierta, los cristales de masa. Dice que uno de los impulsos m�s notables que se perciben en una masa es el "impulso de destrucci�n". Y, acto seguido, explica que en casi todas las culturas y a lo largo de los tiempos, el m�s impresionante de todos los medios de destrucci�n es el fuego. Dice: "Despu�s de un incendio, ya nada es como antes. La masa que prende fuego se cree irresistible". El fuego, agrega, es el m�s potente y antiguo s�mbolo de masa.
A la masa, contin�a, le interesa observar el gran n�mero de oyentes, m�s que lo que se dice. La masa necesita tambi�n sentirse observada -como en la haka de los maor�es de Nueva Zelanda, hecha para imponer terror o respeto a los enemigos (los que no est�n en la masa o forman parte de otra).
En el serm�n de la monta�a, por ejemplo, desde la perspectiva de supervivencia de la masa, es m�s importante cu�ntos son escuchando que escuchar propiamente el serm�n. Lo mismo pasa en algunas canchas de f�tbol, con esos mu�ecos que permanecen de espaldas al partido, subidos al paravalanchas. En algunos recitales esto tambi�n es notable. Lo que importa es el rito, la liturgia . El m�sico -si es que se lo puede llamar as�- s�lo es un vector construido por la masa para darse forma. De ah� que la mayor�a de estos grupos hacen una m�sica que no problematiza nada y que tiende a dormir cualquier atisbo de curiosidad.
Creo que Los Redondos son un caso notable para entender esto porque ven�an de unpasado -once largos a�os- haciendo un espect�culo personal y una m�sica interesante hasta que en un momento decidieron cambiar los recitales por misas y empezaron a ser ventriculados por la masa. Es significativo que su �ltimo gran disco "Oktubre" tenga en la tapa unas caras expresionistas que huyen de un palacio en llamas que se ve de fondo. �De d�nde huye esa gente? �Del palacio de octubre o del boliche de Once? Yo nunca hab�a escuchado la "m�sica" de Callejeros hasta hace poco tiempo. Me llam� la atenci�n. Es como entrar a un lugar y ver a un mont�n de gente demolida porque en vez de tomar un buen whisky est� tomando aguarr�s.
Pero bueno, la p�rdida de los intereses personales, de una vida que pueda considerarse digna, hace que determinadas personas traten de fundirse en la masa. Ah� no se ve nada, no se escucha nada, pero porque hay demasiado ruido. Por eso a algunos m�sicos me cuesta entenderlos como tal. Para m� hacen otra cosa, m�s cercana a la demagogia. Uno musculoso e hiperkin�tico, por ejemplo, me llama la atenci�n: le dice al p�blico, no bien pisa el escenario, "salten", "griten". Como si estuviera dando una clase de gimnasia. Otro, por ejemplo, se dedica a producir "hitazos" -no tengo nada en contra del hit, pero me molesta cuando quieren hacer pasar una vacuidad por algo interesante. El hit, es, en t�rminos elementales, un impulso de deseo agit�ndose en el microcerebro de un ba�ero sentado en la Bristol, con la arena ardiendo en la hora pico. Pero es curioso como a esta producci�n en cadena del hit se le endosan una sarta de estupideces intelectuales para las buenas conciencias. Porque no se puede decir ni siquiera que es para venderlo, ya que vender un hit, es, a todas luces, una tautolog�a.
D�rgelos es pat�tico autoproclam�ndose la gran estafa del rock and roll. �A qui�n estaf�? Ronald Biggs s� me parece un estafador. Fogwill me parece un estafador -y por eso estuvo preso-. Estafar a su compa�ia de discos ser�a, por ejemplo, firmar un contrato suculento para despu�s, igual, conseguir que todos tengan el disco pirata. Pero como s�lo estamos en esto por la plata, eso ser�a imposible. Galimberti -un estafador letal- dec�a que si uno le reventaba una bolsa de papel por la espalda a Bonasso, se pod�a morir de un infarto. Algo de esto hay en todos estos h�roes del rock, chicos malos que gastan demasiado en cosm�ticos, mas parecidos a Derek Zoolander que a Johnny Rotten.
De alguna manera, el rock como se lo planteaba Spinetta en un manifiesto de los a�os setenta ("Rock m�sica dura suicidada por la sociedad"), est� herido de muerte. Pero a la mayor�a le conviene. �Miranda es rock? A m� me parecen Los Parch�s. Y del otro lado de la vereda, el rock barrial, chab�n: nada por aqu�, nada por all�... Frank Zappa se negaba a considerarse m�sico de rock. Se consideraba m�sico. Ahora lo entiendo.
Lo cierto es que sea quien sea el que prendi� la bengala, estoy seguro de que deseaba ser mirado por alguien que se encontraba muy lejos, alguien sentado ciego en el coraz�n de lo que deber�a ser -en tiempos mejores- su compleja personalidad.
La tragedia de Croma��n no es una tragedia del rock argentino (hablo del rock de los padres fundadores, de esa m�sica genial que puede cambiarte la vida porque te hace preguntar cosas como las que uno se preguntaba frente al winco blanco a los doce a�os: �Por qu� se dice que en el mar naufrag� una balsa que nunca zarp�? �Qu� son los platos de caf�?). No, la tragedia de Croma��n parte de una equivocaci�n que puede, a veces, ser letal: en el escenario no hay banda, no hay m�sica, no hay orquesta.
Escribe Canetti: "Despu�s de una batalla, la sangre ti�e de rojo las piedras. La palabra "gairn" significa grito, llamada, y "sluaghgaim" era el grito de guerra de los muertos. M�s tarde se convirti� en la palabra "slogan".
S�, los muertos gritan. Pero sus palabras son slogans en boca de los vivos.
"La masa invisible" es una de las tipolog�as que utiliza El�as Canetti en su libro "Masa y poder" para describir uno de los fen�menos que m�s lo obsesionaron durante su larga vida: c�mo se comporta la gente cuando se amontona y se convierte en masa. El libro, que le llev� m�s de veinte a�os concluir, es notable porque est� escrito desde una perspectiva netamente personal, alejado de cualquier escuela, de cualquier "ismo". Curioso, sobre todo porque cuando finalmente vio la luz, en 1960, estaba en auge el sistema estructuralista de Lacan, Strauss y Barthes.
Hace muchos a�os le� "Masa y poder" y ahora me cay� en las manos una reedici�n. Es notable c�mo este libro que, seg�n el autor, "es un an�lisis de los motivos que llevaron al surgimiento del nacional socialismo" nos interpela en estos tiempos, como si hubiera sido escrito para analizar los sucesos de Croma��n.
Canetti hace tipificaciones de diferentes modelos de masas. La masa cerrada, la masa abierta, los cristales de masa. Dice que uno de los impulsos m�s notables que se perciben en una masa es el "impulso de destrucci�n". Y, acto seguido, explica que en casi todas las culturas y a lo largo de los tiempos, el m�s impresionante de todos los medios de destrucci�n es el fuego. Dice: "Despu�s de un incendio, ya nada es como antes. La masa que prende fuego se cree irresistible". El fuego, agrega, es el m�s potente y antiguo s�mbolo de masa.
A la masa, contin�a, le interesa observar el gran n�mero de oyentes, m�s que lo que se dice. La masa necesita tambi�n sentirse observada -como en la haka de los maor�es de Nueva Zelanda, hecha para imponer terror o respeto a los enemigos (los que no est�n en la masa o forman parte de otra).
En el serm�n de la monta�a, por ejemplo, desde la perspectiva de supervivencia de la masa, es m�s importante cu�ntos son escuchando que escuchar propiamente el serm�n. Lo mismo pasa en algunas canchas de f�tbol, con esos mu�ecos que permanecen de espaldas al partido, subidos al paravalanchas. En algunos recitales esto tambi�n es notable. Lo que importa es el rito, la liturgia . El m�sico -si es que se lo puede llamar as�- s�lo es un vector construido por la masa para darse forma. De ah� que la mayor�a de estos grupos hacen una m�sica que no problematiza nada y que tiende a dormir cualquier atisbo de curiosidad.
Creo que Los Redondos son un caso notable para entender esto porque ven�an de unpasado -once largos a�os- haciendo un espect�culo personal y una m�sica interesante hasta que en un momento decidieron cambiar los recitales por misas y empezaron a ser ventriculados por la masa. Es significativo que su �ltimo gran disco "Oktubre" tenga en la tapa unas caras expresionistas que huyen de un palacio en llamas que se ve de fondo. �De d�nde huye esa gente? �Del palacio de octubre o del boliche de Once? Yo nunca hab�a escuchado la "m�sica" de Callejeros hasta hace poco tiempo. Me llam� la atenci�n. Es como entrar a un lugar y ver a un mont�n de gente demolida porque en vez de tomar un buen whisky est� tomando aguarr�s.
Pero bueno, la p�rdida de los intereses personales, de una vida que pueda considerarse digna, hace que determinadas personas traten de fundirse en la masa. Ah� no se ve nada, no se escucha nada, pero porque hay demasiado ruido. Por eso a algunos m�sicos me cuesta entenderlos como tal. Para m� hacen otra cosa, m�s cercana a la demagogia. Uno musculoso e hiperkin�tico, por ejemplo, me llama la atenci�n: le dice al p�blico, no bien pisa el escenario, "salten", "griten". Como si estuviera dando una clase de gimnasia. Otro, por ejemplo, se dedica a producir "hitazos" -no tengo nada en contra del hit, pero me molesta cuando quieren hacer pasar una vacuidad por algo interesante. El hit, es, en t�rminos elementales, un impulso de deseo agit�ndose en el microcerebro de un ba�ero sentado en la Bristol, con la arena ardiendo en la hora pico. Pero es curioso como a esta producci�n en cadena del hit se le endosan una sarta de estupideces intelectuales para las buenas conciencias. Porque no se puede decir ni siquiera que es para venderlo, ya que vender un hit, es, a todas luces, una tautolog�a.
D�rgelos es pat�tico autoproclam�ndose la gran estafa del rock and roll. �A qui�n estaf�? Ronald Biggs s� me parece un estafador. Fogwill me parece un estafador -y por eso estuvo preso-. Estafar a su compa�ia de discos ser�a, por ejemplo, firmar un contrato suculento para despu�s, igual, conseguir que todos tengan el disco pirata. Pero como s�lo estamos en esto por la plata, eso ser�a imposible. Galimberti -un estafador letal- dec�a que si uno le reventaba una bolsa de papel por la espalda a Bonasso, se pod�a morir de un infarto. Algo de esto hay en todos estos h�roes del rock, chicos malos que gastan demasiado en cosm�ticos, mas parecidos a Derek Zoolander que a Johnny Rotten.
De alguna manera, el rock como se lo planteaba Spinetta en un manifiesto de los a�os setenta ("Rock m�sica dura suicidada por la sociedad"), est� herido de muerte. Pero a la mayor�a le conviene. �Miranda es rock? A m� me parecen Los Parch�s. Y del otro lado de la vereda, el rock barrial, chab�n: nada por aqu�, nada por all�... Frank Zappa se negaba a considerarse m�sico de rock. Se consideraba m�sico. Ahora lo entiendo.
Lo cierto es que sea quien sea el que prendi� la bengala, estoy seguro de que deseaba ser mirado por alguien que se encontraba muy lejos, alguien sentado ciego en el coraz�n de lo que deber�a ser -en tiempos mejores- su compleja personalidad.
La tragedia de Croma��n no es una tragedia del rock argentino (hablo del rock de los padres fundadores, de esa m�sica genial que puede cambiarte la vida porque te hace preguntar cosas como las que uno se preguntaba frente al winco blanco a los doce a�os: �Por qu� se dice que en el mar naufrag� una balsa que nunca zarp�? �Qu� son los platos de caf�?). No, la tragedia de Croma��n parte de una equivocaci�n que puede, a veces, ser letal: en el escenario no hay banda, no hay m�sica, no hay orquesta.
Escribe Canetti: "Despu�s de una batalla, la sangre ti�e de rojo las piedras. La palabra "gairn" significa grito, llamada, y "sluaghgaim" era el grito de guerra de los muertos. M�s tarde se convirti� en la palabra "slogan".
S�, los muertos gritan. Pero sus palabras son slogans en boca de los vivos.
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