Where is My Mind?
Wave of Mutilations (extrañas versiones de Frank Black Francis)
Pioneros (Ariel Minimal)
Despedidas (Valle de Muñecas)
Minor Detail (Sondre Lerche)
Misty (Björk, Live at the Hotel Borg)
Family Affair (John Legend & Joss Stone, tributo a Sly Stone)
Do it today (Maximum Joy)
Cold White Christmas (Casiotone for the Painfully Alone)
Love Goes Home to Paris in the Spring (Magnetic Fields)
Tired of My Tears (Susan Tedeschi)
It Looks Like Love (Josh Rouse)
Entrevista y minirecital de Nicolas Kramer
Iorio
Algo
Asistencia
Marta y Nestor
domingo, abril 30, 2006
sábado, abril 29, 2006
Tema del traidor y del superhéroe
Director's cut de una nota que sale mañana en Radar:
Los folletines del siglo XIX , como buena literatura popular, estaban construidos con viejas fórmulas narrativas –la cultura popular se caracteriza por no confrontar con su público y, en cambio, ofrecerle la satisfacción de devolverlo a lo que ya conoce-. Al mismo tiempo, fueron un laboratorio narratológico único ya que obtenían semana a semana, tras la publicación de cada nueva entrega -precursor artesanal del rating minuto a minuto-, una respuesta concreta acerca de qué peripecias, qué personajes o qué dispositivos catárticos eran mejor recibidos por el público. Los hallazgos del período resultaron tan efectivos siguen presentes en la narrativa actual.
El conde de Montecristo (1844) fue uno de los folletines más exitosos de su siglo y, por ello, uno de los más influyentes. No sólo existen cerca de treinta versiones cinematográficas (la más reciente con el actor de La Pasión de Cristo, Jim Caviezel, que aprovechó la barba y el pelo largo para matar dos pájaros de un tiro), sino que es posible rastrear sus tópicos en infinidad de historias populares que parecen distintas pero, en realidad, son la misma. ¿Cual? Un joven es arrancado de una vida plácida por una traición brutal; apartado del mundo inicia un largo proceso de transformación y, ya convertido en otro, más rico, más culto, más implacable, en suma, mejor, inicia una elaborada venganza sobre sus antiguos enemigos. Que su nombre sea Edmundo Dantés, que haya sido detenido en el terrible castillo de If, que el traidor sea un rival en el amor o que su historia se cuente contra la de la Francia posnapoleonica son detalles contingentes.
Hoy, Montecristo se nos aparece por todos lados: desde la novela ciencia-ficción (la extraordinaria Las estrellas, mi destino, de Alfred Bester) hasta el cine de “autor” (Kill Bill de Quentin Tarantino), el oriental (Oldboy), el de acción (la más reciente versión de Batman, que blanquea su deuda con Dumas ubicando el entrenamiento y la conversión de Bruno Díaz en el vengador encapuchado en una prisión exótica) pasando por el comic (V de Vendetta y su versión cinematográfica) y, también, el heredero formal más directo del folletín, la telenovela.
Antonio Gramsci, en sus escritos sobre literatura popular, agrega más títulos a la lista ya que señala a la novela de Dumas como el texto que introdujo, bastante antes de Nietzsche, el concepto de superhombre en nuestra cultura. En consecuencia, también la filosofía, y, de paso, todas las historietas de superhéroes –una de las maquinarias narrativas más poderosas de los últimos 70 años-, le deben algo.
En este panorama, no es muy sorprendente que Edmundo Dantés goce de buena salud y viva en la Argentina. Tampoco que tenga los trabajados pectorales de Pablo Echarri o que su historia se emita todas las noches por Telefé. De hecho, dada su ubicuidad, no es la primera vez que algo así sucede: ya hubo telenovelas basadas notoriamente en el folletín de Dumas (la mexicana Yo compro a esa mujer, por ejemplo).
Lo que sí resulta sorprendente es que se haya decidido cruzar este frecuentado texto con una parte distintiva de nuestra historia, la que tiene como protagonistas a ex represores prósperos y a apropiadores de bebes impunes.
Echarri interpreta a un joven abogado llamado Santiago Diaz Herrera, quien está a punto de casarse con su gran amor, rol que le toca a Paola Krum. Joaquín Furriel es su mejor amigo y está enamorado de la misma persona que Echarri (en la ficcion es Krum, no Echarri). Además, es hijo de un empresario llamado Alberto Lombardo (el übervillano Oscar Ferreiro) que oculta un pasado como médico de un centro de detención clandestino. Cuando el padre de Santiago (Mario Pasik), un juez que trabaja en una causa de apropiación de bebes, está a punto de reabrir una investigación que involucra a Lombardo, el hombre ordena la muerte del magistrado y del hijo, que podría continuar con la investigación. Santiago-Echarri, quien se encuentra con Marcos-Furriel en un torneo de esgrima en Marruecos, es emboscado y herido gravemente. Marcos comprende que se encuentra frente a la oportunidad de quedarse con la mujer que ama, y abandona el país. Santiago, muerto para el mundo, en verdad queda prisionero en una cárcel marroquí.
“¿Para qué se toman tanto trabajo si finalmente lo dejan vivo?” es una pregunta de economía narrativa que también se hizo Dumas hace 160 años. En su novela la respuesta es simple: la mujer que aman los dos jóvenes declara que se suicidaría si descubriera que su gran amor está muerto. La telenovela no da ninguna respuesta. Esa y otras improbabilidades erosionan lentamente las buenas intenciones de la producción. Que un argentino esté preso en una cárcel marroquí vaya y pase. Pero cuando el piso de tierra de su celda se abre como un brownie húmedo y del hueco sale ¡otro argentino! (Ulises Dumont, como el abate Farias) las leyes de probabilidades se van al demonio. Si, acto seguido, el prisionero escapa y, medio muerto, en la costa española, es rescatado por, sí, otra argentina (Viviana Saccone, médica inmigrante con un acento madrileño intermitente), ya es difícil tomarse lo que sigue en serio.
En este contexto de caras de telenovela, dislates narrativos y citas directas al folletín de Dumas (en un giro involuntariamente borgeano, Echarri se pone a leer El Conde de Montecristo), la aparición de represores y apropiadores de bebés podría hacer ingresar a la tira en el terreno de lo desvergonzadamente bizarro.
Sin embargo, tal mezcla no es improcedente. En múltiples ensayos sobre la literatura de masas, Umberto Eco explica que en el centro de todo relato popular hay una escena de agnición, esto es, de reconocimiento. Llega un momento en que el siempre presente juego de disfraces, amnesias, mentiras o nombres falsos termina y uno o varios personajes revelan su identidad: “Luke, soy tu padre”, es la agnición más conocida del relato más popular del siglo XX. En el folletín, en la telenovela, este momento suele ser una confirmación de un linaje (el bueno-pobre resulta familiar de los ricos-malos y se crea un mutante que concluye el relato: el rico-bueno), una reivindicación que restablece el statu quo en lugar de cuestionarlo. Por definición, un relato popular no es revolucionario. Sin embargo, el juego de identidades planteado por esta telenovela no es idéntico al de todas las demás: aquí no se trata de una sirvienta que es en realidad hija ilegítima del dueño de casa o de un plebeyo que tiene sangre azul, la verdadera identidad a descubrir es la de una chica apropiada. Las filiaciones reales no vienen aquí a confirmar el orden impuesto, el ingreso del protagonista a la esfera del poder, sino a destruirlo y a fundar otro. Esta es una transformación inteligente y muy pertinente en nuestro país, sobre un formato extraordinariamente conservador que no suele recibir demasiadas transformaciones.
En esta subversión de la escena central de las telenovelas, encuentra sentido el cruce de Montecristo con nuestra historia reciente. Al mismo tiempo, la novela plantea, tal como señaló Gramsci, la existencia de un hombre extraordinario para el que las leyes no se aplican: “Tengo mi propia justicia”, dice Edmundo Dantés. El problema no es que Edmundo ejerza justicia por mano propia, sino que la ejerza como sujeto individual, único. Si la novela tomara este camino, estaría reproduciendo los mecanismos de consolación de la literatura popular más reaccionaria, que ofrece una compensación imaginaria -el superhéroe que castiga a los villanos-, en lugar de plantear la posibilidad de la acción de un sujeto colectivo, que es quien puede cambiar el curso de los acontecimientos en el mundo real. Si ese fuera el camino, tal como lo indica la novela, se estarían borrando con una mano los cambios que se escribieron con la otra.
Pero todo esto por ahora no llegó. Por ahora, en esta primera semana, Montecristo está urdiendo su venganza, una que funciona en dos sentidos, hacia adentro de la ficción, con una interesante transformación de las estructuras convencionales de la telenovela, y también hacia afuera: ¿acaso no es este Montecristo una venganza de Telefé por la traición impensable de Marcelo T. al irse del canal?
Los folletines del siglo XIX , como buena literatura popular, estaban construidos con viejas fórmulas narrativas –la cultura popular se caracteriza por no confrontar con su público y, en cambio, ofrecerle la satisfacción de devolverlo a lo que ya conoce-. Al mismo tiempo, fueron un laboratorio narratológico único ya que obtenían semana a semana, tras la publicación de cada nueva entrega -precursor artesanal del rating minuto a minuto-, una respuesta concreta acerca de qué peripecias, qué personajes o qué dispositivos catárticos eran mejor recibidos por el público. Los hallazgos del período resultaron tan efectivos siguen presentes en la narrativa actual.
El conde de Montecristo (1844) fue uno de los folletines más exitosos de su siglo y, por ello, uno de los más influyentes. No sólo existen cerca de treinta versiones cinematográficas (la más reciente con el actor de La Pasión de Cristo, Jim Caviezel, que aprovechó la barba y el pelo largo para matar dos pájaros de un tiro), sino que es posible rastrear sus tópicos en infinidad de historias populares que parecen distintas pero, en realidad, son la misma. ¿Cual? Un joven es arrancado de una vida plácida por una traición brutal; apartado del mundo inicia un largo proceso de transformación y, ya convertido en otro, más rico, más culto, más implacable, en suma, mejor, inicia una elaborada venganza sobre sus antiguos enemigos. Que su nombre sea Edmundo Dantés, que haya sido detenido en el terrible castillo de If, que el traidor sea un rival en el amor o que su historia se cuente contra la de la Francia posnapoleonica son detalles contingentes.
Hoy, Montecristo se nos aparece por todos lados: desde la novela ciencia-ficción (la extraordinaria Las estrellas, mi destino, de Alfred Bester) hasta el cine de “autor” (Kill Bill de Quentin Tarantino), el oriental (Oldboy), el de acción (la más reciente versión de Batman, que blanquea su deuda con Dumas ubicando el entrenamiento y la conversión de Bruno Díaz en el vengador encapuchado en una prisión exótica) pasando por el comic (V de Vendetta y su versión cinematográfica) y, también, el heredero formal más directo del folletín, la telenovela.
Antonio Gramsci, en sus escritos sobre literatura popular, agrega más títulos a la lista ya que señala a la novela de Dumas como el texto que introdujo, bastante antes de Nietzsche, el concepto de superhombre en nuestra cultura. En consecuencia, también la filosofía, y, de paso, todas las historietas de superhéroes –una de las maquinarias narrativas más poderosas de los últimos 70 años-, le deben algo.
En este panorama, no es muy sorprendente que Edmundo Dantés goce de buena salud y viva en la Argentina. Tampoco que tenga los trabajados pectorales de Pablo Echarri o que su historia se emita todas las noches por Telefé. De hecho, dada su ubicuidad, no es la primera vez que algo así sucede: ya hubo telenovelas basadas notoriamente en el folletín de Dumas (la mexicana Yo compro a esa mujer, por ejemplo).
Lo que sí resulta sorprendente es que se haya decidido cruzar este frecuentado texto con una parte distintiva de nuestra historia, la que tiene como protagonistas a ex represores prósperos y a apropiadores de bebes impunes.
Echarri interpreta a un joven abogado llamado Santiago Diaz Herrera, quien está a punto de casarse con su gran amor, rol que le toca a Paola Krum. Joaquín Furriel es su mejor amigo y está enamorado de la misma persona que Echarri (en la ficcion es Krum, no Echarri). Además, es hijo de un empresario llamado Alberto Lombardo (el übervillano Oscar Ferreiro) que oculta un pasado como médico de un centro de detención clandestino. Cuando el padre de Santiago (Mario Pasik), un juez que trabaja en una causa de apropiación de bebes, está a punto de reabrir una investigación que involucra a Lombardo, el hombre ordena la muerte del magistrado y del hijo, que podría continuar con la investigación. Santiago-Echarri, quien se encuentra con Marcos-Furriel en un torneo de esgrima en Marruecos, es emboscado y herido gravemente. Marcos comprende que se encuentra frente a la oportunidad de quedarse con la mujer que ama, y abandona el país. Santiago, muerto para el mundo, en verdad queda prisionero en una cárcel marroquí.
“¿Para qué se toman tanto trabajo si finalmente lo dejan vivo?” es una pregunta de economía narrativa que también se hizo Dumas hace 160 años. En su novela la respuesta es simple: la mujer que aman los dos jóvenes declara que se suicidaría si descubriera que su gran amor está muerto. La telenovela no da ninguna respuesta. Esa y otras improbabilidades erosionan lentamente las buenas intenciones de la producción. Que un argentino esté preso en una cárcel marroquí vaya y pase. Pero cuando el piso de tierra de su celda se abre como un brownie húmedo y del hueco sale ¡otro argentino! (Ulises Dumont, como el abate Farias) las leyes de probabilidades se van al demonio. Si, acto seguido, el prisionero escapa y, medio muerto, en la costa española, es rescatado por, sí, otra argentina (Viviana Saccone, médica inmigrante con un acento madrileño intermitente), ya es difícil tomarse lo que sigue en serio.
En este contexto de caras de telenovela, dislates narrativos y citas directas al folletín de Dumas (en un giro involuntariamente borgeano, Echarri se pone a leer El Conde de Montecristo), la aparición de represores y apropiadores de bebés podría hacer ingresar a la tira en el terreno de lo desvergonzadamente bizarro.
Sin embargo, tal mezcla no es improcedente. En múltiples ensayos sobre la literatura de masas, Umberto Eco explica que en el centro de todo relato popular hay una escena de agnición, esto es, de reconocimiento. Llega un momento en que el siempre presente juego de disfraces, amnesias, mentiras o nombres falsos termina y uno o varios personajes revelan su identidad: “Luke, soy tu padre”, es la agnición más conocida del relato más popular del siglo XX. En el folletín, en la telenovela, este momento suele ser una confirmación de un linaje (el bueno-pobre resulta familiar de los ricos-malos y se crea un mutante que concluye el relato: el rico-bueno), una reivindicación que restablece el statu quo en lugar de cuestionarlo. Por definición, un relato popular no es revolucionario. Sin embargo, el juego de identidades planteado por esta telenovela no es idéntico al de todas las demás: aquí no se trata de una sirvienta que es en realidad hija ilegítima del dueño de casa o de un plebeyo que tiene sangre azul, la verdadera identidad a descubrir es la de una chica apropiada. Las filiaciones reales no vienen aquí a confirmar el orden impuesto, el ingreso del protagonista a la esfera del poder, sino a destruirlo y a fundar otro. Esta es una transformación inteligente y muy pertinente en nuestro país, sobre un formato extraordinariamente conservador que no suele recibir demasiadas transformaciones.
En esta subversión de la escena central de las telenovelas, encuentra sentido el cruce de Montecristo con nuestra historia reciente. Al mismo tiempo, la novela plantea, tal como señaló Gramsci, la existencia de un hombre extraordinario para el que las leyes no se aplican: “Tengo mi propia justicia”, dice Edmundo Dantés. El problema no es que Edmundo ejerza justicia por mano propia, sino que la ejerza como sujeto individual, único. Si la novela tomara este camino, estaría reproduciendo los mecanismos de consolación de la literatura popular más reaccionaria, que ofrece una compensación imaginaria -el superhéroe que castiga a los villanos-, en lugar de plantear la posibilidad de la acción de un sujeto colectivo, que es quien puede cambiar el curso de los acontecimientos en el mundo real. Si ese fuera el camino, tal como lo indica la novela, se estarían borrando con una mano los cambios que se escribieron con la otra.
Pero todo esto por ahora no llegó. Por ahora, en esta primera semana, Montecristo está urdiendo su venganza, una que funciona en dos sentidos, hacia adentro de la ficción, con una interesante transformación de las estructuras convencionales de la telenovela, y también hacia afuera: ¿acaso no es este Montecristo una venganza de Telefé por la traición impensable de Marcelo T. al irse del canal?
jueves, abril 27, 2006
Romanceros, by Fabián Casas
Días en casa y en cama y mucha televisión. Entre la monocromática programación, resalta la remera amarilla de Román. Villarreal versus Arsenal. Partido revancha con un 0-1 en contra en Inglaterra. El equipo de Il Ingenieri, dice el comentarista, depende del talento de Román. La Selección Argentina, pienso yo, también va a estar armada en torno de Román, ya que el Hombre Peker es romanista a muerte.
Pero transcurre el partido sin que aparezca Román. Hoy -esto lo sabemos los que lo conocemos- es uno de esos días en que Román no va a funcar. Román no es gallina (de hecho, es de Boca y en los clásicos, a diferencia de Francescoli, la rompía), no parece un tipo al que le pesen los partidos difíciles (si el Villarreal está donde está, en parte, es por él). Ni siquiera da para el famoso "sospecho que sos pecho"...
Es todavía más complicado.
Para que Román, dice mi amigo Cuki, juegue bien, tienen que hacer unos 20 grados, más o menos, con poca humedad y nada de viento. El estadio debe estar lleno, pero la hinchada contraria no debe imponerse a la que grita por Román. Ningún familiar de Román tiene que aparecer con algún problema psíquico, físico u económico el día del mentado partido. Porque esto lo puede distraer. Y tampoco debe estar en el banco alguien que -en su mismo puesto- esté pidiendo cancha. El pasto debe estar cortado milimétricamente, a la medida del gusto de Román. Cualquier alteración puede ser fatal.
Ronaldihno es dionisíaco, juega en sentido literal de la palabra. Ortega, Tévez son iguales: juegan. Román, en cambio, parece cargar con algo. ¿No oyen lo que carga? Después de los goles increíbles que suele hacer, pone sus manos imitando a las orejas de Gigio (ese melancólico ratón italiano) para poder escuchar mejor el ruido ensordecedor de la nada. Y sí, erró el penal. ¿Qué esperaban? Es uno de esos cracks que odian el éxito fácil.
Pero transcurre el partido sin que aparezca Román. Hoy -esto lo sabemos los que lo conocemos- es uno de esos días en que Román no va a funcar. Román no es gallina (de hecho, es de Boca y en los clásicos, a diferencia de Francescoli, la rompía), no parece un tipo al que le pesen los partidos difíciles (si el Villarreal está donde está, en parte, es por él). Ni siquiera da para el famoso "sospecho que sos pecho"...
Es todavía más complicado.
Para que Román, dice mi amigo Cuki, juegue bien, tienen que hacer unos 20 grados, más o menos, con poca humedad y nada de viento. El estadio debe estar lleno, pero la hinchada contraria no debe imponerse a la que grita por Román. Ningún familiar de Román tiene que aparecer con algún problema psíquico, físico u económico el día del mentado partido. Porque esto lo puede distraer. Y tampoco debe estar en el banco alguien que -en su mismo puesto- esté pidiendo cancha. El pasto debe estar cortado milimétricamente, a la medida del gusto de Román. Cualquier alteración puede ser fatal.
Ronaldihno es dionisíaco, juega en sentido literal de la palabra. Ortega, Tévez son iguales: juegan. Román, en cambio, parece cargar con algo. ¿No oyen lo que carga? Después de los goles increíbles que suele hacer, pone sus manos imitando a las orejas de Gigio (ese melancólico ratón italiano) para poder escuchar mejor el ruido ensordecedor de la nada. Y sí, erró el penal. ¿Qué esperaban? Es uno de esos cracks que odian el éxito fácil.
lunes, abril 24, 2006
El Cíclope
Pablo dice:
Una vez, cenando en La Peca, Norberto Cambiasso nos contó a Ale, a Fabián Casla y a mí (si me olvido de algún asistente a esa velada sepan disculpar: en La Peca siempre se bebe mucha cerveza, y mucho más si en la mesa estamos Norbi y yo) acerca de un extenso ensayo que estaba escribiendo sobre Polifemo. La charla iba y venía sobre ciertos tópicos del rock argento, discutimos y cambiamos opiniones, y confieso que siempre quise leer las elucubraciones de mi amigo sobre Lebón, Rafanelli y Rodríguez.
La espera terminó: en su blog Norbi ya subió la 1era parte de su artículo. Lo acabo de leer, y es extraordinario. Mientras esperamos toda la saga... enjoy!
Una vez, cenando en La Peca, Norberto Cambiasso nos contó a Ale, a Fabián Casla y a mí (si me olvido de algún asistente a esa velada sepan disculpar: en La Peca siempre se bebe mucha cerveza, y mucho más si en la mesa estamos Norbi y yo) acerca de un extenso ensayo que estaba escribiendo sobre Polifemo. La charla iba y venía sobre ciertos tópicos del rock argento, discutimos y cambiamos opiniones, y confieso que siempre quise leer las elucubraciones de mi amigo sobre Lebón, Rafanelli y Rodríguez.
La espera terminó: en su blog Norbi ya subió la 1era parte de su artículo. Lo acabo de leer, y es extraordinario. Mientras esperamos toda la saga... enjoy!
domingo, abril 23, 2006
Programa 21-04
The Sound of Failure (The Flaming Lips)
Aladdin Sane (David Bowie, acustico y en vivo)
Johnsburg, Illinois (Tom Waits)
Magritte (Danny Cohen)
Anticuco (Dormitorio)
Estilo internacional (Gepe)
W.A.Y.U.H (The Rapture)
The boy who ran away (Mistery Jets)
Disco de la semana: Cannibal Sea de The Essex Green.
Snake in the grass
Cardinal point
Long Distance Call (Phoenix, new!)
Do The Whirlwind (Architecture in Helsinski)
Requiem For Anna (Un Jour Comme Un Autre - Anna) (Portishead, new!)
Entrevista y minishow de Axel Krygier en vivo
Aladdin Sane (David Bowie, acustico y en vivo)
Johnsburg, Illinois (Tom Waits)
Magritte (Danny Cohen)
Anticuco (Dormitorio)
Estilo internacional (Gepe)
W.A.Y.U.H (The Rapture)
The boy who ran away (Mistery Jets)
Disco de la semana: Cannibal Sea de The Essex Green.
Snake in the grass
Cardinal point
Long Distance Call (Phoenix, new!)
Do The Whirlwind (Architecture in Helsinski)
Requiem For Anna (Un Jour Comme Un Autre - Anna) (Portishead, new!)
Entrevista y minishow de Axel Krygier en vivo
miércoles, abril 19, 2006
Crisis en la UBA
Lo m�s sensato que le� hasta el momento sobre el conflicto en la UBA. Apareci� el domingo en P�gina 12, con otras opiniones..
Actor de la vida pol�tica
por Lucas Rubinich
(Director de la carrera de Sociolog�a de la UBA y de la revista Apuntes de Investigaci�n)
Los problemas recientes relativos a la elecci�n de un nuevo rector en la UBA son el aspecto visible de un complejo proceso de deterioro de la instituci�n que promovieron las pol�ticas neoconservadoras. Es cierto que en la universidad existi� ?desde sus voces intelectuales, el movimiento estudiantil y los agrupamientos docentes? una resistencia importante a ese proceso que result� en una debacle de la ense�anza primaria y media a nivel nacional. No obstante, ese movimiento que hab�a logrado un importante predominio pol�tico cultural tambi�n en el propio mundo universitario p�blico dej� marcas fuertes y concretas.
En principio, una ley ?promovida por un organismo financiero y sostenida intelectualmente por especialistas en ciencias sociales y educaci�n de tradici�n progresista? que caracteriz� a la educaci�n superior como un servicio y no un derecho. Pero tanto o m�s indicador del predominio de esas perspectivas que promovieron el desprestigio de la acci�n pol�tica y transformaron en dificultades t�cnicas acotadas lo que eran problemas republicanos, es la fragmentaci�n y relativa despolitizaci�n de la comunidad universitaria.
Un presupuesto diez veces menor a otra de las grandes universidades latinoamericanas suma un elemento estructural que hace m�s compleja la situaci�n de deterioro. Probablemente el prestigio sostenido, aunque se transiten momentos dif�ciles, est� asociado a una impronta de alta valorizaci�n de la universidad p�blica que se sigue sosteniendo bajo la forma de pr�ctica cotidiana en amplias franjas de esta comunidad acad�mica m�s all� de posiciones pol�ticas o desencantos frente a ellas.
Pero un aspecto muy grave de las luchas, relativamente exitosas, por imponer una mirada tecnicista parcializadora, es que este deterioro no haya logrado transformarse en un verdadero problema p�blico, que la sociedad en su conjunto no pueda asumir que no debe existir, por ejemplo, este presupuesto universitario. Y que si hay problemas con los ingresantes no es que hay que restringir el ingreso, sino tomar como problema el conjunto de las pol�ticas educativas y no cristalizar la desigualdad.
Supone abordar en serio el problema educativo. Los dirigentes pol�ticos y funcionarios estatales, los que tenemos responsabilidad en el mundo universitario, podemos ?flotar? y de tanto en tanto hacer alg�n gesto pour la galerie o hablar en serio. El deterioro estructural que las instituciones educativas sufrieron en los ?90 es de tama�a dimensi�n, que s�lo se puede abordar pol�ticamente con agresividad sarmientina. Lo dem�s ser�n gestos que permitan continuar ?flotando? o discusiones t�cnicas amparadas en un eficientismo ahist�rico como promueven los organismos financieros internacionales y cuya �nica preocupaci�n sobre la universidad es que la creciente masividad del sistema p�blico sigue atada a la calidad. La universidad est� obligada, para salir de esta situaci�n, a ser una voz central, no en otorgar respuestas t�cnicas, sino en el debate de ideas sobre el pa�s.
Y, en verdad, la frutilla simb�lica del rancio postre del deterioro ser�a un rector portador de la deslegitimaci�n pol�tica cultural de haber sido funcionario de la dictadura. Esto supone, por encima de una descalificaci�n f�cil de individuos particulares, dar cuenta de la significaci�n pol�tico cultural que ese elemento incorpora a un espacio como el de la conducci�n de una de las m�s prestigiosas universidades de Am�rica que necesita para revitalizarse poder convertirse en una actor central de la vida pol�tica de la rep�blica...
En el desenlace de esta situaci�n coyuntural habr�a que considerar que esta comunidad universitaria no tiene muchas vueltas que dar para salir de este contexto dif�cil. O se transforma en promotora central de un debate sobre pol�ticas cient�ficas y tecnol�gicas, sobre perfiles profesionales y acad�micos en funci�n de las prioridades de la rep�blica, o se deja m�s o menos todo como est�, atendiendo problemas parciales, lo que supone no proponerse intervenir sobre las desigualdades educativas, sociales y econ�micas, dejando el futuro simplemente en las manos de quienes posean mayor capacidad de imposici�n de pol�ticas concretas sin haber intervenido en el debate.
Actor de la vida pol�tica
por Lucas Rubinich
(Director de la carrera de Sociolog�a de la UBA y de la revista Apuntes de Investigaci�n)
Los problemas recientes relativos a la elecci�n de un nuevo rector en la UBA son el aspecto visible de un complejo proceso de deterioro de la instituci�n que promovieron las pol�ticas neoconservadoras. Es cierto que en la universidad existi� ?desde sus voces intelectuales, el movimiento estudiantil y los agrupamientos docentes? una resistencia importante a ese proceso que result� en una debacle de la ense�anza primaria y media a nivel nacional. No obstante, ese movimiento que hab�a logrado un importante predominio pol�tico cultural tambi�n en el propio mundo universitario p�blico dej� marcas fuertes y concretas.
En principio, una ley ?promovida por un organismo financiero y sostenida intelectualmente por especialistas en ciencias sociales y educaci�n de tradici�n progresista? que caracteriz� a la educaci�n superior como un servicio y no un derecho. Pero tanto o m�s indicador del predominio de esas perspectivas que promovieron el desprestigio de la acci�n pol�tica y transformaron en dificultades t�cnicas acotadas lo que eran problemas republicanos, es la fragmentaci�n y relativa despolitizaci�n de la comunidad universitaria.
Un presupuesto diez veces menor a otra de las grandes universidades latinoamericanas suma un elemento estructural que hace m�s compleja la situaci�n de deterioro. Probablemente el prestigio sostenido, aunque se transiten momentos dif�ciles, est� asociado a una impronta de alta valorizaci�n de la universidad p�blica que se sigue sosteniendo bajo la forma de pr�ctica cotidiana en amplias franjas de esta comunidad acad�mica m�s all� de posiciones pol�ticas o desencantos frente a ellas.
Pero un aspecto muy grave de las luchas, relativamente exitosas, por imponer una mirada tecnicista parcializadora, es que este deterioro no haya logrado transformarse en un verdadero problema p�blico, que la sociedad en su conjunto no pueda asumir que no debe existir, por ejemplo, este presupuesto universitario. Y que si hay problemas con los ingresantes no es que hay que restringir el ingreso, sino tomar como problema el conjunto de las pol�ticas educativas y no cristalizar la desigualdad.
Supone abordar en serio el problema educativo. Los dirigentes pol�ticos y funcionarios estatales, los que tenemos responsabilidad en el mundo universitario, podemos ?flotar? y de tanto en tanto hacer alg�n gesto pour la galerie o hablar en serio. El deterioro estructural que las instituciones educativas sufrieron en los ?90 es de tama�a dimensi�n, que s�lo se puede abordar pol�ticamente con agresividad sarmientina. Lo dem�s ser�n gestos que permitan continuar ?flotando? o discusiones t�cnicas amparadas en un eficientismo ahist�rico como promueven los organismos financieros internacionales y cuya �nica preocupaci�n sobre la universidad es que la creciente masividad del sistema p�blico sigue atada a la calidad. La universidad est� obligada, para salir de esta situaci�n, a ser una voz central, no en otorgar respuestas t�cnicas, sino en el debate de ideas sobre el pa�s.
Y, en verdad, la frutilla simb�lica del rancio postre del deterioro ser�a un rector portador de la deslegitimaci�n pol�tica cultural de haber sido funcionario de la dictadura. Esto supone, por encima de una descalificaci�n f�cil de individuos particulares, dar cuenta de la significaci�n pol�tico cultural que ese elemento incorpora a un espacio como el de la conducci�n de una de las m�s prestigiosas universidades de Am�rica que necesita para revitalizarse poder convertirse en una actor central de la vida pol�tica de la rep�blica...
En el desenlace de esta situaci�n coyuntural habr�a que considerar que esta comunidad universitaria no tiene muchas vueltas que dar para salir de este contexto dif�cil. O se transforma en promotora central de un debate sobre pol�ticas cient�ficas y tecnol�gicas, sobre perfiles profesionales y acad�micos en funci�n de las prioridades de la rep�blica, o se deja m�s o menos todo como est�, atendiendo problemas parciales, lo que supone no proponerse intervenir sobre las desigualdades educativas, sociales y econ�micas, dejando el futuro simplemente en las manos de quienes posean mayor capacidad de imposici�n de pol�ticas concretas sin haber intervenido en el debate.
lunes, abril 17, 2006
El Hombre Gel, by Fabi�n Casas
Ser como Tony y Douglas (uno de los dos era igualito a V�ctor Hugo Morales) y poder viajar en la m�quina del tiempo. Viajo para atr�s, a 1986. Estoy en un camping salte�o -tengo 21 a�os- con varios amigos de Filosof�a y Letras. Nos est� pasando algo incre�ble: estamos viajando.
Una tarde le vendo mis botas n�uticas al sereno del camping y me voy a una librer�a a comprar la obra po�tica completa de Juan Gelman, editada por Corregidor (un par de a�os despu�s, Gelman me dir� que esa edici�n est� repleta de erratas). Pero para m� no hab�a errata que valga, ya que mi propia formaci�n po�tica era una gran errata.
As� que leo ese libro de Gelman tirado al sol, en mi bolsa de dormir, a cielo descubierto. Me acuerdo que pensaba: "�d�nde estar� este tipo?". En aquella �poca me bancaba hasta el caballo de la calesita, la sirvienta de 17 a�os -���que se llamaba Mar�a!!!- y la mujer que se parec�a a la palabra nunca.
Con el paso del tiempo, la obra po�tica de Gelman se decant�. Y creo que un s�ntoma inequ�voco de su influencia se puede ver en su �ltima visita al pa�s para celebrar no s� cuantos a�os de la aparici�n de "Viol�n?". Es decir, s�lo influye en los medios. Porque cuando Gelman regres� al pa�s en el 88, despu�s de que se le levantara la prohibici�n para hacerlo, fue recibido por muchos poetas j�venes. Esta �ltima vez, en cambio, no lleg� como poeta, sino como gerente de contenidos de los lugares comunes de cierta cr�tica progresista.
No hab�a poetas j�venes, esta vuelta. Hab�a premios, diputados, t�tulos honor�ficos, reportajes, etc. Y esto se nota en su obra, desde, digamos, "Salario del imp�o", el �ltimo libro donde todav�a late algo de su m�s maravillosa m�sica (que hizo eclosi�n en "C�lera Buey"). Pero Gelman, a diferencia de Yeats, quien a la vejez la empez� a romper cruz�ndose con los poetas m�s j�venes y otorg�ndole rabia a los yelmos irlandeses, Gelman, dec�a, ya no lee m�s poes�a. No es como Le�nidas Lamborghini, un laboratorio alqu�mico abierto d�a y noche. O como Giannuzzi, quien, hasta �ltimo momento, no paraba de leer "lo que est�n produciendo mis nietos".
Ser como Tony Douglas para ver -desde el 73- como un poeta Montonero, en un incre�ble futuro, se arrodilla para recibir el premio que le otorga una reina espa�ola. �No quer�amos cambiar la vida? �No est�n abolidos los t�tulos de nobleza?
Gelman. El Hombre Gel. El gel o glostora que hac�a brillar bajo la luz lunar de los setenta el cabello de los montos que -oh, C�sar- iban a morir. Y no te saludaban. Te insultaban. Mientras vos los echabas de la zapla.
Pero las cosas no son tan simples. Yo creo que el genio aparece cuando alguien produce cosas que, en definitiva, no le pertenecen. Cuando algo escribe en uno m�s all� del oficio y la pericia t�cnica que se pueda haber adquirido. Es m�s, se podr�a decir que incluso se escribe contra esa habilidad t�cnica. Lo vemos en Vallejo, Lo vemos en el Gelman de "Sydney West", en el intimismo de "C�lera Buey". Esa maravillosa m�sica es la que hace que, a�n hoy, un poema tu�onesco y llor�n como el del alba�il Ira�aca siga emocionando.
"�D�nde est� tu coraz�n? �Tiene que venir tambi�n tu coraz�n?", le dice la muerte. E Ira�aca le contesta: "Mi coraz�n, oh muerte, ha hecho su casa en una mujer".
Una tarde le vendo mis botas n�uticas al sereno del camping y me voy a una librer�a a comprar la obra po�tica completa de Juan Gelman, editada por Corregidor (un par de a�os despu�s, Gelman me dir� que esa edici�n est� repleta de erratas). Pero para m� no hab�a errata que valga, ya que mi propia formaci�n po�tica era una gran errata.
As� que leo ese libro de Gelman tirado al sol, en mi bolsa de dormir, a cielo descubierto. Me acuerdo que pensaba: "�d�nde estar� este tipo?". En aquella �poca me bancaba hasta el caballo de la calesita, la sirvienta de 17 a�os -���que se llamaba Mar�a!!!- y la mujer que se parec�a a la palabra nunca.
Con el paso del tiempo, la obra po�tica de Gelman se decant�. Y creo que un s�ntoma inequ�voco de su influencia se puede ver en su �ltima visita al pa�s para celebrar no s� cuantos a�os de la aparici�n de "Viol�n?". Es decir, s�lo influye en los medios. Porque cuando Gelman regres� al pa�s en el 88, despu�s de que se le levantara la prohibici�n para hacerlo, fue recibido por muchos poetas j�venes. Esta �ltima vez, en cambio, no lleg� como poeta, sino como gerente de contenidos de los lugares comunes de cierta cr�tica progresista.
No hab�a poetas j�venes, esta vuelta. Hab�a premios, diputados, t�tulos honor�ficos, reportajes, etc. Y esto se nota en su obra, desde, digamos, "Salario del imp�o", el �ltimo libro donde todav�a late algo de su m�s maravillosa m�sica (que hizo eclosi�n en "C�lera Buey"). Pero Gelman, a diferencia de Yeats, quien a la vejez la empez� a romper cruz�ndose con los poetas m�s j�venes y otorg�ndole rabia a los yelmos irlandeses, Gelman, dec�a, ya no lee m�s poes�a. No es como Le�nidas Lamborghini, un laboratorio alqu�mico abierto d�a y noche. O como Giannuzzi, quien, hasta �ltimo momento, no paraba de leer "lo que est�n produciendo mis nietos".
Ser como Tony Douglas para ver -desde el 73- como un poeta Montonero, en un incre�ble futuro, se arrodilla para recibir el premio que le otorga una reina espa�ola. �No quer�amos cambiar la vida? �No est�n abolidos los t�tulos de nobleza?
Gelman. El Hombre Gel. El gel o glostora que hac�a brillar bajo la luz lunar de los setenta el cabello de los montos que -oh, C�sar- iban a morir. Y no te saludaban. Te insultaban. Mientras vos los echabas de la zapla.
Pero las cosas no son tan simples. Yo creo que el genio aparece cuando alguien produce cosas que, en definitiva, no le pertenecen. Cuando algo escribe en uno m�s all� del oficio y la pericia t�cnica que se pueda haber adquirido. Es m�s, se podr�a decir que incluso se escribe contra esa habilidad t�cnica. Lo vemos en Vallejo, Lo vemos en el Gelman de "Sydney West", en el intimismo de "C�lera Buey". Esa maravillosa m�sica es la que hace que, a�n hoy, un poema tu�onesco y llor�n como el del alba�il Ira�aca siga emocionando.
"�D�nde est� tu coraz�n? �Tiene que venir tambi�n tu coraz�n?", le dice la muerte. E Ira�aca le contesta: "Mi coraz�n, oh muerte, ha hecho su casa en una mujer".
Programa recomendado
Nombre: Selector
Especialidad: nueva m�sica brit�nica
Conducci�n: Mat�as Capelli
Radio: KSK (101.9)
D�a: jueves de 18 a 20
Blog: http://selectorksk.blogspot.com/
Especialidad: nueva m�sica brit�nica
Conducci�n: Mat�as Capelli
Radio: KSK (101.9)
D�a: jueves de 18 a 20
Blog: http://selectorksk.blogspot.com/
domingo, abril 16, 2006
Programa 15/04
Running up that hill (Claudia Brucken w/Andrew Poppy)
Beuatiful Boys (CocoRosie w/Antony)
Heart Full of Soul (The Yardbirds)
Making Time (The Creation)
All Goes Out The Window (The Streets New!)
Never Went To Church (Idem)
Old europe (Robert Wyatt)
He�s Bad For You (The Wilde Flowers)
Ghosts (Infantjoy, -Paul Morley w/Sarah Nixey, wow!-)
Love My Way (The Psychedelic Furs)
Lost in the Plot (The Dears)
Reel Around the Fountain (The Smiths)
Presentacion del NUEVO disco de Scott Walker The Drift
Cossacks Are
Hand Me Ups
Nightrocker (The Chalets)
Beuatiful Boys (CocoRosie w/Antony)
Heart Full of Soul (The Yardbirds)
Making Time (The Creation)
All Goes Out The Window (The Streets New!)
Never Went To Church (Idem)
Old europe (Robert Wyatt)
He�s Bad For You (The Wilde Flowers)
Ghosts (Infantjoy, -Paul Morley w/Sarah Nixey, wow!-)
Love My Way (The Psychedelic Furs)
Lost in the Plot (The Dears)
Reel Around the Fountain (The Smiths)
Presentacion del NUEVO disco de Scott Walker The Drift
Cossacks Are
Hand Me Ups
Nightrocker (The Chalets)
miércoles, abril 12, 2006
�Empez� el BAFICI!
Pablo dice:
Comenz� la edici�n 2006 de uno de los eventos que m�s nos gusta a quienes hacemos Mal Elemento: el BAFICI. Ayer no fui a la fiesta de inauguraci�n, ya que prefer� ir a ver Last Days y Cigarette Burns, de Van Sant y Carpenter, respectivamente. 4 Strozzitas y 1/2 para c/u, sin dudas. La de GVS deber�a llamarse, parafraseando al Gran Liniers, "Casi seguro que as� fueron los �ltimos d�as de Cobain". Un trabajo sonoro incre�ble, una locaci�n y trabajo de luces �dem, y una peli que alimenta el mito, y que me hace reafirmar lo pat�tica que es Velvet Goldmine. De hecho, cuando en los cr�ditos finales aparece la leyenda de que el filme "fue inspirado y no es un relato fiel", etc, etc, parece una broma de GVS, amigote de Cobain. Lo mismo pasa cuando se dice "Ella estar� viniendo": �todos sabemos que ella se llama Courtney, y se apellida Love! Menci�n aparte para el casting, y para las bondades de las bell�simas Asia Argento y Kim Gordon.
Y en cuanto a la de Carpenter, �volvi� El Maestro! Un telefilme del que no quiero adelantar nada, s�lo decir: obligatoria.
Stay in tune: hoy me toca Punk Attitude.
Comenz� la edici�n 2006 de uno de los eventos que m�s nos gusta a quienes hacemos Mal Elemento: el BAFICI. Ayer no fui a la fiesta de inauguraci�n, ya que prefer� ir a ver Last Days y Cigarette Burns, de Van Sant y Carpenter, respectivamente. 4 Strozzitas y 1/2 para c/u, sin dudas. La de GVS deber�a llamarse, parafraseando al Gran Liniers, "Casi seguro que as� fueron los �ltimos d�as de Cobain". Un trabajo sonoro incre�ble, una locaci�n y trabajo de luces �dem, y una peli que alimenta el mito, y que me hace reafirmar lo pat�tica que es Velvet Goldmine. De hecho, cuando en los cr�ditos finales aparece la leyenda de que el filme "fue inspirado y no es un relato fiel", etc, etc, parece una broma de GVS, amigote de Cobain. Lo mismo pasa cuando se dice "Ella estar� viniendo": �todos sabemos que ella se llama Courtney, y se apellida Love! Menci�n aparte para el casting, y para las bondades de las bell�simas Asia Argento y Kim Gordon.
Y en cuanto a la de Carpenter, �volvi� El Maestro! Un telefilme del que no quiero adelantar nada, s�lo decir: obligatoria.
Stay in tune: hoy me toca Punk Attitude.
domingo, abril 09, 2006
Programa 08.04
Programa especial: Productores
I�m trying to break to break your heart (Wilco, producido por Jim O Rourke)
Where is my mind (Pixies, producido por Steve Albini)
Be my baby (The Ronettes producido por Phil Spector)
Just once in my life (Righteous Brothers, idem)
Most of the time (Bob Dylan, producido por Daniel Lanois)
Save me a Saturday Night (Neil Diamond, producido por Rick Rubin)
The National Anthem (Radiohead, producido por Nigel Godrich)
Hiroshima mon amour (Ultravox, producido por Steve Lillywhite)
She�s lost control (Joy Division, producido por Martin Hannett)
Owner of a lonely heart (Yes, producido por Trevor Horn)
Way to blue (Nick Drake, producido por Joe Boyd)
The kids (Lou Reed, producido por Bob Ezrin)
Regiment (Eno & Byrne, producido por Eno & Byrne)
Planet Rock (Afrika Bambaataa, producido por Arthur Baker)
Black Satin (Miles Davis, producido por Teo Macero)
I�m trying to break to break your heart (Wilco, producido por Jim O Rourke)
Where is my mind (Pixies, producido por Steve Albini)
Be my baby (The Ronettes producido por Phil Spector)
Just once in my life (Righteous Brothers, idem)
Most of the time (Bob Dylan, producido por Daniel Lanois)
Save me a Saturday Night (Neil Diamond, producido por Rick Rubin)
The National Anthem (Radiohead, producido por Nigel Godrich)
Hiroshima mon amour (Ultravox, producido por Steve Lillywhite)
She�s lost control (Joy Division, producido por Martin Hannett)
Owner of a lonely heart (Yes, producido por Trevor Horn)
Way to blue (Nick Drake, producido por Joe Boyd)
The kids (Lou Reed, producido por Bob Ezrin)
Regiment (Eno & Byrne, producido por Eno & Byrne)
Planet Rock (Afrika Bambaataa, producido por Arthur Baker)
Black Satin (Miles Davis, producido por Teo Macero)
jueves, abril 06, 2006
Las correcciones, by Fabi�n Casas
Pocas personas me hicieron sentir que a veces un ser querido puede ser un extra�o. Una de ellas fue mi mam�. Era dif�cil seguirle el tranco. Recuerdo que, m�s all� de cosas �ntimas y personales, ella encarnaba mejor que mi viejo las contradicciones de la �poca que le toc� vivir.
Por ejemplo, una tarde me ret� porque yo hab�a vuelto del colegio cantando: "Lanusse, Lanusse, dej� el sill�n que viene un presidente llamado Juan Per�n". Me dijo que repetir eso como un loro pod�a traernos problemas. Yo tendr�a siete a�os. Despu�s, ya con el General en el trono, le dec�a a mi primo, en las sobremesas familiares (mi primo era de la JP): "Ustedes trajeron al viejo y �ste los va a usar y los va echar a patadas". Dicho y hecho. Pero una tarde, la encuentro llorando en el patio de casa. Hab�an anunciado por la radio la muerte de Per�n. �Por qu� lloraba?
Francisco Urondo era un poeta que buscaba la palabra justa. Un moralista que se hab�a vuelto serio, muy serio. Un ser muy querido me cont� que una tarde se encontr� con Urondo en un sitio clandestino y que �ste le abri� la puerta armado hasta los dientes, con dos tiras de cartuchos de balas que le cruzaban el cuerpo. Pero no era esto lo que lo sorprendi�. Si no el gesto adusto que no le hab�a visto nunca �Qu� pasa Paco? Le pregunt�. El jod�n y mujeriego hab�a militarizado su estado de �nimo. �Por qu� los revolucionarios se vuelven personas serias? Urondo buscaba la palabra justa. Termin� utilizando la puntuaci�n de la pastilla de cianuro. Adorno dice que es precisamente en la puntuaci�n donde el lenguaje escrito se vuelve m�s musical.
Creo que hay cuatro manifiestos literarios que son notables en la literatura argentina. Uno es la carta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar. El otro es el pr�logo a Los Lanzallamas de Roberto Godofredo Arlt. El tercero es El escritor argentino y la tradici�n, de Jorge Luis Borges. Y el cuarto, el que metaboliza todo con su humor corrosivo, es el pr�logo de Gombrowicz al genial Ferdydurke. Ah� hay cuatro puntos cardinales donde puede germinar la vida en la gran llanura de los chistes.
Borges, Gombrowicz, Arlt, Walsh, mi vieja... Seres contradictorios e inestables. Egoman�acos, valientes, miedosos, serios, dif�ciles de encasillar. Pobres criaturas abandonadas en esta estaci�n solar.
Por ejemplo, una tarde me ret� porque yo hab�a vuelto del colegio cantando: "Lanusse, Lanusse, dej� el sill�n que viene un presidente llamado Juan Per�n". Me dijo que repetir eso como un loro pod�a traernos problemas. Yo tendr�a siete a�os. Despu�s, ya con el General en el trono, le dec�a a mi primo, en las sobremesas familiares (mi primo era de la JP): "Ustedes trajeron al viejo y �ste los va a usar y los va echar a patadas". Dicho y hecho. Pero una tarde, la encuentro llorando en el patio de casa. Hab�an anunciado por la radio la muerte de Per�n. �Por qu� lloraba?
Francisco Urondo era un poeta que buscaba la palabra justa. Un moralista que se hab�a vuelto serio, muy serio. Un ser muy querido me cont� que una tarde se encontr� con Urondo en un sitio clandestino y que �ste le abri� la puerta armado hasta los dientes, con dos tiras de cartuchos de balas que le cruzaban el cuerpo. Pero no era esto lo que lo sorprendi�. Si no el gesto adusto que no le hab�a visto nunca �Qu� pasa Paco? Le pregunt�. El jod�n y mujeriego hab�a militarizado su estado de �nimo. �Por qu� los revolucionarios se vuelven personas serias? Urondo buscaba la palabra justa. Termin� utilizando la puntuaci�n de la pastilla de cianuro. Adorno dice que es precisamente en la puntuaci�n donde el lenguaje escrito se vuelve m�s musical.
Creo que hay cuatro manifiestos literarios que son notables en la literatura argentina. Uno es la carta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar. El otro es el pr�logo a Los Lanzallamas de Roberto Godofredo Arlt. El tercero es El escritor argentino y la tradici�n, de Jorge Luis Borges. Y el cuarto, el que metaboliza todo con su humor corrosivo, es el pr�logo de Gombrowicz al genial Ferdydurke. Ah� hay cuatro puntos cardinales donde puede germinar la vida en la gran llanura de los chistes.
Borges, Gombrowicz, Arlt, Walsh, mi vieja... Seres contradictorios e inestables. Egoman�acos, valientes, miedosos, serios, dif�ciles de encasillar. Pobres criaturas abandonadas en esta estaci�n solar.
domingo, abril 02, 2006
Ultimo programa de los domingos
Love is a fine thing (Field Music)
Mr. Ambulance Driver (Flaming Lips)
When I have left this mortal coil (Chris Knox)
Heavenly pop hit (The Chills)
Presentaci�n de Scales, nuevo disco de Herbert
Thoose feelings
Something isn`t right
She brings the rain (Can)
Pic nic on a frozen river (Faust)
Presentaci�n de Warning, nuevo disco de Hot Chip
Boy from school
Arrest yourself
Presentacion de This Old Road, nuevo disco de Kris Kristofferson
This old road
The show goes on
Presentacion de Return to cookie mountain, de Tv On The Radio
Province
I was a lover
Babies making babies (Sly Stone)
He�s misstra know it all (Stevie Wonder)
Proximo programa: sabado 8, 22.00 hs.
Mr. Ambulance Driver (Flaming Lips)
When I have left this mortal coil (Chris Knox)
Heavenly pop hit (The Chills)
Presentaci�n de Scales, nuevo disco de Herbert
Thoose feelings
Something isn`t right
She brings the rain (Can)
Pic nic on a frozen river (Faust)
Presentaci�n de Warning, nuevo disco de Hot Chip
Boy from school
Arrest yourself
Presentacion de This Old Road, nuevo disco de Kris Kristofferson
This old road
The show goes on
Presentacion de Return to cookie mountain, de Tv On The Radio
Province
I was a lover
Babies making babies (Sly Stone)
He�s misstra know it all (Stevie Wonder)
Proximo programa: sabado 8, 22.00 hs.
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